Dos mujeres acaparan la atención actual. La maestra Delfina Gómez va a competir nuevamente por la gubernatura del Estado de México y la maestra Leticia Ramírez, quién será la tercera secretaria de Educación Pública del sexenio, ambas incondicionales de Andrés Manuel López Obrador.
El Estado de México, uno de los dos bastiones –junto con Coahuila- del PRI que no conocen la alternancia, entidad con el mayor peso democrático electoral del país, con 12 millones de posibles votantes, sede del feudo histórico por excelencia del partido tricolor, Atlacomulco, cuna de seis gobernadores y del presidente Enrique Peña Nieto, llevará a cabo en 2023 cruciales elecciones que podrían dar un giro decisivo a favor de la candidata de Morena, colocando a Alfredo del Mazo – gobernador, hijo y nieto de gobernadores- como el último eslabón de una ininterrumpida cadena de 94 años de predominio priista.
La condición sine qua non que podría darle el triunfo al PRI en el Edo-Mex es compitiendo en coalición -con el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano- presentando un único candidato, el mejor, aunque provenga de un partido distinto al PRI. La premura panista por lanzar al ruedo a Enrique Vargas y el PRD a Omar Ortega (?) los hace ver como novatos kamikazes.
La maestra Delfina no las trae todas consigo, ya perdió la pasada elección por el Edo-Mex, por la SEP pasó sin conectar hit, además de resultar afectada por el penoso asunto en que Morena fue sancionada por las autoridades electorales porque la entonces alcaldesa de Texcoco, Doña Delfina, cobraba diezmos a trabajadores municipales.
Sorprende el nombramiento de la encargada de atención al público de la presidencia de la República, Leticia Ramírez, para encabezar la Secretaría de Educación Pública. Doña Leticia en sus orígenes fue maestra de primaria durante 12 años, con activa participación sindical en el SNTE y luego en la CNTE. En el año 2000 fue la encargada de Atención Ciudadana capitalina en el gobierno de López Obrador, repitiendo en el cargo con Marcelo Ebrard en 2006. El vínculo de la maestra Leticia con el ámbito educativo en más de 25 años ha sido cero, el hecho de ser de absoluta confianza, preparada y honesta “como la maestra Delfina” no amerita que deba ocupar el escritorio de Vasconcelos en la SEP.
¿Acaso no existen en el país sobresalientes intelectuales, gente de letras ligados al aprendizaje, escritores o profesores en activo, funcionarios con experiencia involucrados en el tema educativo y cultural? Nuevamente, se constata que la lealtad se impone a la capacidad.
La explicación del nuevo Plan de Estudios para Educación, plan piloto que será aplicado en el primer grado de preescolar, primaria y secundaria en 30 escuelas de cada entidad del país, resulta doctrinario, confuso y difuso: Busca combatir el colonialismo, el patriarcado que históricamente ha fomentado desigualdades por las clases sociales, el mercantilismo y limitar la educación a sólo cubrir perfiles laborales. La llamada “Nueva Escuela Mexicana" cuestiona también la etnia, la sexualidad, la discapacidad, la edad, la nacionalidad y el género.
Nos pronunciamos contra la educación doctrinaria, contra el Civismo politizado y tendencioso, contra la Geografía intervenida por partidos políticos, contra la Historia manipulada acomodando injusticias del pasado. Exigimos no politizar la educación.
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