Enrique Graue
: “En la Universidad pública creemos en una educación popular sin distinción de clases, género, preferencias o ideologías. Una educación de calidad humana, incipiente, crítica, libre, reflexiva y propositiva”.
La educación no tiene banderas, ni corresponde a alguna filiación política, no es de derecha ni es de izquierda. El presidente López Obrador cumplió su advertencia de no dejar ni una coma de la mal llamada Reforma Educativa de Peña Nieto, implementando la propia. Inadvertidamente AMLO ha arremetido sistemáticamente en contra de emblemáticas instituciones de enseñanza superior tanto públicas como privadas. Es el caso del ITAM , señalado por el Ejecutivo como la escuela de tecnócratas neoporfiristas que han dañado la economía de la gente y de la nación, donde se formaron funcionarios de corte neoliberal para el sector hacendario y financiero. En referencia a la UNAM , el presidente opinó que ésta perdió su esencia y se convirtió en individualista, se “derechizó” durante el periodo neoliberal, las facultades de ciencias sociales se llenaron de conservadores… ¿Qué hacían en la UNAM cuando se saqueó al país?
La situación del Conacyt y del CIDE merecen mención aparte:
A partir de la acusación presentada por la directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla contra integrantes del Conacyt y a la vez de la asociación civil Foro Consultivo Científico que entre 2002 y 2018 recibieron alrededor de 570 millones de pesos para proyectos científicos y gastos operativos, dinero mal empleado y dilapidado, se abrió una caja de pandora. La FGR solicitó órdenes de captura contra 31 integrantes del Foro por delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, ocasionando que más de 600 académicos de la comunidad científica se pronunciaran en contra de las acusaciones del gobierno Federal y el prestigio del Conacyt quede en vilo.
El Centro de Investigación y Docencia Económicas —CIDE—, uno de los 26 Centros Públicos Conacyt, presentado por María Elena Alvarez-Buylla como una institución derechizada y cooptada por el neoliberalismo, resintióla presión a su anterior director y principales directivos hasta hacerlos renunciar, siendo reemplazados por individuos carentes de prestigio académico y arraigo comunitario, desestimando la repulsa de docentes y alumnos inconformes. En plena protesta pacífica de la Asamblea Estudiantil e ignorados por la directora del Conacyt, la Asamblea de Asociados del CIDE aprobó el pasado lunes modificar los estatutos de la institución, quedando así formalizada la designación —imposición — del nuevo director José Antonio Romero Tellaeche . La Asamblea Estudiantil califica dichas modificaciones estatutarias como ilegales y anticipa que las impugnará ante las instancias jurídicas procedentes, además de continuar con las movilizaciones. El considerado por las hoy autoridades “ejercicio ejemplar de deliberación rigurosa en el que se expuso y analizó con detalle la reforma al estatuto general” es inválido por la simple razón de que no contó con la participación de los órganos colegiados.
Posicionamiento firmado entre otros por Sergio Aguayo , Jean Meyer y José Woldenberg : “Este asalto al CIDE se suma a la desaparición de fideicomisos y a los recortes presupuestales paulatinos, pero sistemáticos, a la destitución de directivos de centros públicos de investigación, al uso de las instituciones gubernamentales para perseguir a científicos considerados opositores. Todas estas acciones evidencian el interés por controlar y orientar la generación y aplicación de conocimiento desde sus supuestos ideológicos e intereses políticos”.
