El portal Latinus informó en días pasados que el sistema de cómputo de la Secretaría de la Defensa Nacional sufrió un masivo hackeo por parte de un grupo internacional de activistas -posiblemente centroamericanos- conocido como Guacamaya - “No somos defensores de la vida, somos vida”-, sustrayendo información desde 2016 a la fecha, incluyendo miles de documentos confidenciales -sin testar-, logrando la mayor vulneración a la ciberseguridad contra el gobierno de México. Inicialmente trascendió que dichos documentos refieren diferencias entre los titulares de Sedena y Semar, así como interrogantes sobre el llamado Culiacanazo, también se revelan eventos relativos al estado de salud de AMLO, además se describen labores de espionaje realizadas por el Ejército mediante el software Pegasus.
López Obrador reconoció el hackeo, minimizando los posibles efectos, ya que “el que nada debe, nada teme”, no hay secretos cuya revelación pueda preocupar -¿no habrá asuntos discrecionales de seguridad nacional?-. AMLO reconoció estar enfermo y enfrentar varios padecimientos, negando enfatícamente por otro lado, el presunto espionaje gubernamental a periodistas y activistas, recalcando que en este gobierno “no somos iguales” a los anteriores, que no se confunda el espionaje con labores de inteligencia, solicitando a quienes tengan pruebas que denuncien, enfatizando en que se trata de una campaña de desprestigio financiada desde Estados Unidos, entregando recursos a algunas organizaciones civiles, así como por quienes en México no pagaban impuestos. Paralelamente, la Sedena informó que el software Pegasus dejó de utilizarse en agosto de 2013.
Las revelaciones de Guacamaya se propagaron al tiempo en que tanto el coordinador de los senadores de Morena como el secretario de Gobernación se dieron a la tarea de “doblar las manitas” de senadores del PRI y del PRD para que el mayor número de ellos se retracten y voten en contrario a lo pactado con camaradas y coaligados. Y tuvieron éxito. Lo impensable, esas firmes manitas se doblaron. “Volubles” senadores, cada cual cargando sus propios pecadillos, cambiaron súbitamente de manera de pensar, decidieron votar a favor de lo que hace unos días estaban rotundamente en contra.
La votación fue de 87 votos a favor y 40 en contra, dos más de los requeridos para alcanzar las dos terceras partes necesarias. Se especula que algunos senadores fueron “convencidos” por temas de corrupción, sin embargo, llama la atención el caso del hoy senador por el PRD, Miguel Ángel Mancera -también se o lo doblaron- , quien justamente en la mañana de la votación fue señalado por Claudia Sheinbaum, relacionándolo con un centro de espionaje durante su mandato como jefe de Gobierno.
Somos testigos de un adelanto de lo que posiblemente podría ocurrir en las próximas elecciones del Estado de México y Coahuila y no descartemos, en las presidenciales del cada vez más próximo 2024. Morena ha mostrado y demostrado que va derecho y no se quita cuando de lograr sus objetivos se trata. El opositor más recalcitrante podría ser cooptado por Morena . Alito no resultó el único, sólo fue el primero.
Doble play conseguido por López Obrador, por un lado logró ampliar hasta 2028 la participación de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública y por el otro desquebrajar la alianza Va por México.
Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, opciones para el fin de semana, Qatar 2022 y muchas opciones más.