Llega el segundo informe de gobierno -entre los otros 424 informes matinales, más los sabatinos y los dominicales- del presidente más mediático, controvertido, mencionado y difundido, Andrés Manuel López Obrador, cuyo propósito transformador, sin duda, trascenderá. La incógnita es ¿hacia dónde?

     Éramos muchos y parió la abuela, a la adversa circunstancia económica por la que atravesaba el país se le empalmó el Covid-19, una verdadera pandemia. Sin entrar en detalles, seguramente coincidimos en que cada quién  enfrenta  su propio  crucigrama de vida, con ingresos mermados, muchos sin empleo, alteración de horarios, de actividades, resguardo involuntario, aburrimiento, frustración, ira, enojo, preocupación, miedos, improductividad, impotencia. La estrategia presidencial para enfrentar la crisis consistió en no adquirir deuda pública, enfocándose a paliar limitadamente la situación de los “de abajo”, dejando que los “de arriba” se rasquen con sus propias uñas. Y como de costumbre los muchisísimos de en medio, los cautivos pagadores de impuestos,  deslizándose de su rango social. El fantasma del Fobaproa predominó, argumentando no querer  hacer pública la deuda privada de unos cuantos. Sin embargo la deuda-país ha seguido creciendo por inercia, por la caída de los ingresos del sector público y por la ampliación del déficit. La deuda pública en el primer semestre 2020 pasó de 11.4  billones de pesos a 12.8 billones. Aun sin recurrir a préstamos, el peso de la deuda del sector público, de junio 2019 a junio 2020 pasó de 45.4% a 53.2% como proporción del PIB.

     Sin hacerla de analista, dejemos que los datos hablen por si mismos: Banxico informó  que la economía del país podría alcanzar  en el presente año una contracción hasta de 12.8%, elevando su rango de inflación a 3.7%. El desempleo formal podría rebasar el millón de personas. El Inegi dio cuenta de la histórica quinta caída trimestral consecutiva, ahora de 17.05% del PIB, 18.68% en términos anuales. Banxico igualmente hizo saber que en el segundo trimestre del presente año, la inversión extranjera se redujo en 8 mil 710 millones de dólares en valores gubernamentales. Moody’s vaticina para México un crecimiento limitado en el próximo lustro, de entre 2 y 3% anual, en caso de acelerarse la inversión privada.

     Seguramente en el contexto del segundo informe de gobierno, la realidad económica y los nubarrones en la materia serán subestimados, tal como suele suceder en el púlpito desde el cual el Ejecutivo decide la agenda nacional, dándole tiempo, vigencia  y notoriedad a los acontecimientos por él juzgados como relevantes, elogiando lo relativo a la transformación por él representada y fustigando –con todo respeto- a sus corruptos adversarios conservadores, inconformes con cualquier cambio que afecte sus intereses particulares. Coincidimos con la cruzada anticorrupción emprendida por AMLO, sin embargo, creemos oportuno dejar a las instituciones correspondientes cumplir con su deber y aprovechar la enorme difusión de los esparcidos mensajes presidenciales para incorporar fraternalmente a todos los mexicanos y alentarlos a superar unidos el terrible tiempo que nos toca afrontar.

     Dividir es restar, predisponer a unos contra otros es restar, denostar a supuestos adversarios es restar, erigirse en tribunal popular es restar, incurrir en  duelos de videos es restar, convertirse en verdugo del pasado es restar.                             
 
Analista

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