Al jubiloso “Grito” de ayer desde Palacio Nacional, acompañado de tantos “vivas”, bien podría haberse agregado un “viva Alito”, imprevisible desertor que para regocijo de AMLO optó por traicionar a los suyos para salvar lo suyo, entregando el voto de un endeble PRI a favor de que la Guardia Nacional se incorpore a la Secretaría de la Defensa Nacional y a que su permanencia en las calles se extienda hasta 2029.
Alejandro “Alito” Moreno, amenazado de desafuero y a punto de caerle la guillotina de la justicia, decidió doblegarse ante lo inminente –“coopelas o cuello”— cambiando de bando, haciéndose oír en su nueva versión oficialista, advirtiendo a sus excamaradas, ahora críticos, que habrán de ser exhibidos por querer dividir al partido, que el PRI trabajará por la seguridad de las familias de México, que o se está con la gente o se está con el crimen organizado y que México está por encima de todo. Asegura Alito que el PRI es capaz por si mismo de ganar elecciones, a diferencia del PAN y el PRD, cuyas dirigencias decidieron suspender temporalmente la alianza con el tricolor, exigiendo que éste retire la propuesta de prolongar la intervención militar en seguridad pública. Obviamente la sobrevivencia de la alianza Va por México queda en entredicho, al menos once de los los trece Senadores del PRI anticiparon que votarán en contra de la iniciativa inconcebiblemente propuesta por su propio partido, acatando la demora constitucional convenida con sus coaligados. En tanto, PAN y PRD suspendieron la Alianza con el PRI, hasta que éste defina si honrará la plataforma electoral común firmada en 2021, comprometidos a evitar la militarización del país.
¿Qué creen?, la rauda Cámara de Diputados aprobó en lo general la reforma en que los militares podrán seguir en labores de seguridad pública hasta 2028, luego de que “el bloque mayoritario de Morena y aliados felicitó al PRI por rectificar su posición en torno a la moratoria constitucional a la que se comprometieron en su alianza en Va por México. En otras palabras, los diputados de Morena felicitaron al PRI – más bien, a los hinchas de Alito- por chaqueteros, por no cumplir con su palabra. Así mismo, en cuanto fue aprobada la iniciativa propuesta por la priista Yolanda de la Torre, estando ésta en tribuna, se acercó a abrazarla un jubiloso Alito, a micrófono abierto:”Chingona mi Yola, chingonsísima”.
De acuerdo con el presidente de la Cámara, Santiago Creel, la reforma aprobada amarra las manos al próximo presidente de la República. La vehemencia con la que López Obrador y sus allegados han defendido la permanencia de los militares en las calles, es tan contundente como cuando defendían exactamente lo contrario.
En adelante, con Alito de ladito. Queda entendido que Alito, emulando a Groucho Marx puede ufanarse: “Si no les gustan mis principios, tengo otros”. De mantenerse Alejandro Moreno al frente del PRI, podemos anticipar la próxima sucesión en el INE, a modo de la sugerencia presidencial, así como los resultados de las elecciones en el Estado de México y Coahuila. Alito podría tener la triste encomienda de entregar a su sucesor un PRI sin entidad propia que gobernar.
La palabra final la tienen los senadores del PRI.
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