Las mañaneras presidenciales son prácticamente el sello distintivo del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. La narrativa de las mismas, hasta cierto grado improvisadas a lo largo de más de dos horas, le permite al del micrófono explayarse en cuanto tema sea abordado, redundando en frases, dichos y expresiones coincidentes con su visión de gobierno.

Conforme avanzan los tiempos electorales en vista de las elecciones federales de junio próximo, se han agudizado las diferencias entre el Ejecutivo y el INE. El artículo 41 de la Constitución prohibe expresamente hacer propaganda electoral desde el poder. El presidente López Obrador en elecciones celebradas en 2019 y 2020, durante el tiempo de veda accedió a suspender la transmisión de las mañaneras, tanto en radio como en T.V.. En relación a la elección de junio próximo, Lorenzo Córdova, Consejero Presidente del INE, declaró que dicho organismo vigilará que la conferencia mañanera no sea transmitida íntegramente durante campañas, proponiendo suprimir el contenido de propaganda gubernamental, apoyándose en la resolución que le prohibe a AMLO referirse –del 4 de abril a 6 de junio- a temas relacionados con candidatos y partidos. El titular del Ejecutivo precisó que en caso de que el INE ordene la cancelación de las conferencias, acudirá a instancias judiciales a fin de revocar tal decisión, aduciendo que la decisión de silenciarlo lleva como destinatario a su gobierno, pues al INE le molesta su manera de comunicarse con los ciudadanos a través de la conferencia mañanera: “ Vamos a defender nuestro derecho a expresarnos y el derecho a la información”. Córdova probablemente se anticipó con su polémica declaración, quizás lo procedente hubiera sido que el Consejo General del INE se manifestase en consecuencia por orden del Tribunal Electoral.

En torno al proceso electoral 2021, el INE dispuso que el Presidente de la República, gobernadores y alcaldes, en sus comparecencias públicas no podrán referirse a coaliciones y plataformas electorales, vida interna de partidos políticos o candidaturas, que la neutralidad y la imparcialidad son principios constitucionales que los gobernantes no pueden transgredir. Responde el incondicional Mario Delgado:” Desde el INE…ahora se busque censurar al Presidente de la República, poniéndole marcaje personal y lupa a sus declaraciones…” No señor, tanto al Presidente como a otras autoridades se les pide acatar un artículo constitucional, vigente con anterioridad al presente gobierno. Es más fácil obedecer literalmente la ley que buscar interpretar cada párrafo a conveniencia.

Difícilmente cambiará la tónica de las mañaneras, muchas de las respuestas presidenciales ya forman parte de trilladas sentencias que hacen alusión a adversarios, a conservadores, a neoliberales, hipócritas que se regocijan deseándole mal al gobierno de la transformación. Al referirse el Presidente a que “ya no es como antes” o a que “no somos iguales”, exaltando al gobierno del cambio, implicitamente lanza el mensaje a favor de Morena, denostando a los deshonestos partidos del neoliberalismo.

Vaya sorpresa que la respetable periodista , escritora y activista, amiga personal de AMLO, Elena Poniatowska, criticara las aludidas mañaneras, considerándolas innecesarias, contraproducentes, provocadoras de hartazgo, irritación y confrontación, muestra del abuso de poder y que se han convertido en una comedia de equivocaciones. El Presidente no es el más atacado de la historia y sin embargo ha tenido que enfrentar la polémica que él provoca con sus declaraciones cada mañana.

Si las mañaneras no denostaran…otro gallo cantaría.

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