Tal parece que la coalición Va por México -PRI, PAN y PRD- tiene como primordial objetivo contribuir al triunfo de Morena en las próximas elecciones de 2023 en el Estado de México y Coahuila y las presidenciales de 2024.
Es un valor entendido que el líder de todo partido político debe poseer esenciales atributos de probidad moral e intelectual que acicala su intachable trayectoria. El PRI arrastrando sucesivas derrotas electorales, en lugar de concentrarse en recuperar credibilidad y convencer de merecer ser la opción ganadora, se ocupa en proteger la imagen de su dirigente nacional Alejandro Moreno, arguyendo que éste no hizo lo que convincentes pruebas muestran que hizo y que tampoco dijo lo que todos escuchamos que dijo. Aun participando el PRI en coalición contra Morena, tendrían que remar cuesta arriba, en otras palabras, fracturar la coalición equivaldría a colocar el último clavo del ataúd tricolor.
Repentinamente surgió una propuesta en la Cámara de Diputados por parte de una diputada priista del coro, Yolanda de la Torre, para pasar de 5 a 9 años -hasta 2028- el periodo en que los militares podrán dedicarse a labores de seguridad pública. La reacción de las dirigencias de los airados coaligados PAN y PRD no se hizo esperar, anunciando la suspensión temporal de la alianza Va por México, en tanto el PRI no revalore y honre el compromiso suscrito referente a la moratoria constitucional, rechazando la peligrosa militarización que se está dando en México. Alejandro Moreno luego de declarar que el PRI no recibe ultimátum ni acepta órdenes ni de aliados ni de adversarios, aseguró que la alianza Va por México no está en riesgo, ni tampoco existe ruptura alguna. “Esto es por México, por la gente”.
De manera inusual, la propia fracción priista en la Cámara de Senadores, en voz de Miguel Ángel Osorio Chong, anticipó que votará en contra de la iniciativa presidencial de militarización de la Guardia Nacional, insistiendo en que las instituciones de seguridad pública deben estar en manos de la sociedad civil.
Partiendo de que en política no existen las casualidades, el descrédito que prácticamente coloca a Alito Moreno contra las cuerdas, al enfrentar un proceso de desafuero y posibles acusaciones penales, aferrándose a una posición que por momentos parece insostenible, presionado por la situación, bien pudo haber pactado con la cúpula Morena un “te apoyo y tú me dejas tranquilo”, más cuando el secretario de Gobernación en la entrega del informe presidencial en la Cámara de Diputados, públicamente se acercó al oído de Alito Moreno, a cuchichear algún discreto comentario y mucho más cuando intempestivamente la aguerrida Layda Sansores decidió parar su embestida contra Alito. En tal caso, el diputado Moreno arriesga lo que queda del PRI, por salvar su propio pellejo.
Morena de inmediato acogió la propuesta priista que pronto podría ser aprobada. Se abre la posibilidad de que haya mayoría calificada, ya que el PRI completaría los votos faltantes para una reforma constitucional. Luego de escuchar la música para sus oídos, un sarcástico AMLO alentó al PRI a deslindarse del rancio conservadurismo panista, “deberían divorciarse”.
Están confundiendo Va por México con Bah por México.
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