México avanzó 11 lugares en cuanto a ser un país feliz —feliz, feliz, feliz—, y vaya que “los otros datos” arrojan suficientes motivos: En la economía global ocupamos uno de los primeros sitios, con franco avance de la economía popular, laboratorio mundial del combate a la pobreza, un país con menos desigualdad y más humanismo, una potencia con valores culturales, morales y espirituales, con un pueblo politizado, respetuoso, inmerso en la revolución de las conciencias.

Sin afán de agriar el festejo, mencionaré “datos reales” contenidos en el Análisis del Ejercicio Presupuestal del Gobierno Federal elaborado por el exrector Francisco Barnés de Castro en que establece que más del 50% de la inversión en infraestructura del régimen se ha concentrado en tres grandes proyectos, ninguno superavitario: AIFA, Dos Bocas y Tren Maya. AMLO inicialmente reprochó a los gobiernos neoliberales haber gastado por encima de su ingreso, y ¿qué creen?, el costo total del servicio de la deuda se elevó 47.8%, la pura deuda interna creció 2 billones 800 mil millones de pesos, propiciando que el déficit público esperado para el presente 2024 ascienda a “un billón 700 mil millones de pesos”, 5.9% del PIB, además de que el déficit presupuestal en un lustro se incremente 95 por ciento y que el monto destinado al servicio de la deuda pase de 12.1% en 2018 al previsto 18.6% para el presente año. Asimismo, AMLO ofreció un crecimiento económico superior al 2% promedio anual obtenido durante el periodo neoliberal. En 5 años del presente gobierno el incremento global ha sido del 3.3% —0.66% promedio anual—, el resultado más bajo desde 1935.

En cinco años de esta administración, se incrementó 15% el presupuesto en Seguridad Nacional, mientras que se contrajo en 30% el presupuesto de Orden Público y Seguridad Interior. El presupuesto de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes ¡se redujo 60%! desde 2018, por lo que no extraña que el programa de mantenimiento y conservación de carreteras federales se haya cancelado para el presente año. De entre los países de la OCDE, México apenas destina a la atención a la salud 2.9% del PIB, por debajo, por ejemplo, de Argentina con 6.6% o España con 10.4 por ciento. En educación primaria y secundaria nuestro país asigna 2.8% del PIB, por debajo, por ejemplo, de Brasil con 3.6% o Costa Rica con 4.4 por ciento. El Informe citado alerta que las aportaciones para el pago de pensiones al IMSS y al ISSSTE, principalmente para cubrir pensiones, así como también con el servicio de la deuda, crecen desproporcionalmente con respecto a los ingresos. Para cubrir tales efectos habrá que destinar 40% de los ingresos totales de la Federación.

La deuda neta del sector público al inicio de la presente administración fue de 10 billones de pesos y la que heredará AMLO a su sucesora rondará en 16.3 billones de pesos —aun con la promesa de no endeudarnos. La deuda pública por habitante en 2024 alcanzará 128 mil 336 pesos, 54% más que en 2018. Imagínense -como diría el clásico- lo felices que estaríamos si no tuviéramos que afrontar los tantos gastos, compromisos, desembolsos y vencimientos que nos vienen.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.
Google News

TEMAS RELACIONADOS