Este año es clave para la economía mexicana.
Después de un 2022 con lenta recuperación, a pesar de que indicadores como inversión y empleo registraron avances principalmente en el tercer trimestre del año, las afectaciones de la pandemia de Covid-19 siguieron presentes y casi la mitad de estados del país no recuperaron los niveles de actividad económica que tenían previamente.
Además, la inflación se mantuvo alta, derivado, sobre todo, de factores externos como el de la guerra entre Rusia y Ucrania, que provocó incrementos a los precios de insumos y servicios y, por supuesto, a la canasta básica, afectando a miles de familias en el país.
Asimismo, el nivel de inflación implicó un aumento acumulado de la tasa de interés de referencia en 2022 por parte de Banxico, pasando de 5.50% en enero a 10.50% en diciembre.
Respecto al crecimiento, a pesar de que el 2022 no cerró mal para lo que se esperaba, estimando que se alcanzó un crecimiento de alrededor del 3%, para 2023 se espera que sea de alrededor de 1%, ante una desaceleración de la actividad económica en Estados Unidos y un aumento generalizado de las tasas de interés.
Nuestra estrategia comercial tampoco fue la idónea, al pasar momentos tensos en la relación con Estados Unidos y Canadá por decisiones nacionales en el plano eléctrico-energético que propiciaron el inicio de Consultas como mecanismo de solución de controversias del Tratado de Libre Comercio (T-MEC) y que, hasta ahora, no se han resuelto.
En este panorama, es fundamental que en México podamos identificar las numerosas áreas de oportunidad y capacidades que tenemos, para que en el 2023 logremos una recuperación plena que permita que ningún estado se quede atrás.
Asimismo, es necesario seguir sumando esfuerzos para reducir la inflación, la cual, a pesar de que al cierre de 2022 empezó a ceder y gracias al acuerdo de unidad entre el Gobierno y el Sector empresarial se desarrolló el programa PACIC y se evitó llegar al doble dígito, este año se espera una reducción lenta que al cierre de 2023 la ubique en 5%.
En cuanto al T-MEC, es un instrumento muy importante con el que podemos dar certeza a nuestros principales socios comerciales y a nivel internacional de que en México se puede invertir y se cumplen los compromisos. Por ello, y sumado a los acuerdos asumidos con los presidentes de Estados Unidos y Canadá en el marco de la Cumbre de Líderes de Norteamérica para lograr una región cada vez más competitiva, es fundamental resolver a la brevedad las controversias y garantizar seguridad jurídica para las inversiones e implementar juntos prácticas como el Nearshoring.
Y por supuesto, la economía está muy vinculada a la política, y por eso en México debemos garantizar que las decisiones políticas nos encaminen hacia un mejor desarrollo, fortaleciendo las instituciones, atendiendo problemas como la seguridad y cuidando la estabilidad política.
En Coparmex estamos convencidos de que juntos podemos lograr que el año 2023 sea clave para consolidar la recuperación económica y encaminar al país hacia un entorno más competitivo y construir un México con Desarrollo Inclusivo en donde nadie se quede atrás. Unidos por un mejor México. #OpinónCoparmex
Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, planes para el fin de semana.
Presidente nacional de Coparmex