Estamos cerrando un año con múltiples desafíos para la democracia mexicana.
Después de diversos ataques al INE, sus consejeros y responsabilidades, este 2022 el Ejecutivo federal impulsó una iniciativa para desmantelar al INE en su estructura, facultades y la forma de nombrar consejeros, además de desaparecer los institutos electorales locales, e incluso, modificar nuestro sistema electoral con cambios en los cargos plurinominales y de mayoría.
Toda esta propuesta ha generado cuantiosos rechazos en la sociedad mexicana, e incluso, marchas multitudinarias en todo el país para defender el valor del INE en la democracia mexicana, y conservar un sistema electoral profesional e imparcial, que por décadas hemos ido construyendo.
Entre la serie de demandas ciudadanas, le solicitamos a los legisladores, tanto diputados como senadores que consideraran las consecuencias de aprobar una reforma de este tipo para la democracia mexicana. Asimismo, a nivel internacional se alertó sobre sus riesgos.
Las múltiples presiones incidieron en que no existieran condiciones para aprobar una Reforma Constitucional, sin embargo, en días recientes primero los diputados y posteriormente los senadores aprobaron en fast track el denominado Plan B que contempla reformas a 4 leyes secundarias y la creación de una nueva, sin la necesaria discusión y consenso. Posteriormente, al hacer algunos cambios entre ambas cámaras, no se concretó el proceso legislativo para su aprobación y se cerraron los periodos ordinarios de sesiones, por lo que la aprobación para su posterior publicación se aplazaría hasta el periodo ordinario de febrero de 2023.
El Plan B contempla recortes a la estructura, presupuesto y facultades del Instituto Nacional Electoral (INE), elimina el PREP y pone en riesgo tanto la organización de las elecciones como la legitimidad de estas y la protección de nuestro voto. Estas modificaciones vulneran la Constitución y atentan directamente contra la democracia mexicana y las instituciones que tanto ha costado construir. Además, generarían incertidumbre política tanto al interior como al exterior y pueden implicar graves consecuencias para nuestra economía.
En Coparmex, lamentamos que muchos legisladores no hayan escuchado la voz ciudadana ni a los especialistas que alertaban sobre los peligros de aprobar estos cambios, y consideramos que debemos hacerlos responsables de poner en peligro a México, así como seguir presionando para que, al iniciar el periodo de sesiones, se dé marcha atrás al Plan B.
Además, seguiremos dando la batalla y revisando las opciones posibles para defender a la democracia acudiendo con instancias como la Suprema Corte, que tiene la gran responsabilidad de defender a nuestra Constitución, y el Tribunal electoral, para que proteja nuestros derechos político-electorales. Incluso, las instancias internacionales que sea necesario para evitar las graves consecuencias que implicaría la implementación de un plan como éste.
Cerramos un año complicado, pero no es tiempo de desistir, seguiremos defendiendo al INE, nuestros derechos y a la democracia mexicana. Unidos logramos detener la Reforma Constitucional y solo unidos podremos revertir el Plan B que implicaría graves retrocesos para el país. #OpiniónCoparmex
Ni un paso atrás por el bien de México. #YoDefiendoAlINE #NoAlPlanB
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