La semana pasada arrancaron las campañas por la gubernatura del estado. Antes de que ataques y descalificaciones comiencen, Cómo Vamos Nuevo León exhortó a los candidatos y a sus equipos a “subir el nivel” recordándoles los principales temas que a la ciudadanía le importa. El tema de movilidad aparece en los primeros lugares de interés para los neoloneses. Sin embargo, el tema ha quedado rezagado en las plataformas electorales.
Fernando Larrazábal ha sido quien menor importancia ha dado al tema. O más bien, para el candidato, la prioridad es el desarrollo de infraestructura para automóviles. En uno de sus primeros actos de campaña, en San Nicolás, se comprometió a invertir más de 500 millones de pesos en cuatro obras viales para reducir el tiempo de circulación. No sabemos mucho de sus propuestas sobre cómo mejorar el transporte público, pues en su presentación como candidato mostró mayor interés en atacar al presidente que en proponer soluciones a los problemas de la entidad. Es, sin embargo, un mal indicio que su primer compromiso sea crear más distribuidores viales antes que atender las carencias en el sistema de autobuses, la Ciclovía o Metrorrey. ¿Será que alguna vez Larrazábal ha tenido que esperar 20 minutos en una parada de autobús a que llegue el camión para llegar a tiempo a su trabajo?
Quien sí entiende la relevancia del tema es Clara Luz. Al ser cuestionada sobre cuál sería su primera acción como gobernadora, la funcionaria no titubeó en responder: “resolver el problema del transporte público que afecta a millones de familias y que disminuye la competitividad de nuestros trabajadores y estudiantes, al perder muchas horas en sus traslados.” Es cierto que la candidata de Morena no ha profundizado en los cómos, pero es alentador saber que como alcaldesa de Escobedo logró reestructurar las rutas de autobuses en su municipio. Sobre el tema de aumentar las tarifas también ha mostrado una postura firme: “sería justificado solo si viene acompañado de mejoras reales en el servicio.” Falta ahora ver los detalles de su plan: ¿cómo piensa ocupar su experiencia municipal para atender los problemas de movilidad del estado?
De entre los candidatos a la gubernatura destacan las propuestas de Adrián de la Garza y de Samuel García.
Adrián de la Garza es el único que cuenta con un sitio web donde dedica toda una sección al tema de “Movilidad y Transporte”. Es de reconocerse la importancia que asigna al tema. Dentro de sus iniciativas destaca la tan necesaria “reestructuración total de rutas basada en necesidades origen-destino”, así como la ampliación de la red del metro (Línea 4 con dirección a Santa Catarina) y de los servicios de Transmetro. Asimismo, Adrián de la Garza le apuesta a modernizar el Sistema Integral de Tránsito Metropolitano (SINTRAM) con el fin de tener una sincronía inteligente en la semaforización. Ojalá el interés que hoy Adrián de la Garza muestra al tema hubiera existido cuando fue alcalde de Monterrey, pues apenas en 2019 los regiomontanos reprobaban la accesibilidad de las banquetas (4.0) y la seguridad de cruces peatonales (3.8) en Monterrey, según la encuesta de Cómo Vamos Nuevo León.
Por último, llegamos a Samuel García quien, a través de su último libro, fue el primero de los candidatos en presentar una serie de ideas para mejorar al transporte público del estado. No sé si los planteamientos sean propiamente de Samuel, pero es un hecho que cuenta con un gran asesor en la materia: el Dr. Hernán Villarreal. En su libro, Samuel expone un diagnóstico detallado de cómo Monterrey ha perdido competitividad frente a otras entidades por el tema de movilidad. La principal de sus propuestas es la reestructuración de las rutas de autobús. En este punto coincide con el candidato del PRI, Adrián de la Garza. Pero la propuesta de Samuel es mucho más precisa: “pasar de un diseño radial de rutas en el área metropolitana a un diseño ortogonal, en donde las rutas del transporte público, en vez de pasar por el centro de la ciudad –como sucede actualmente– sigan un sistema en el no se empalmen […] para aumentar la velocidad de circulación.”
Aunado a ello, Samuel propone modificar la cuota del transporte a cobro por kilómetro recorrido. Actualmente los concesionarios del transporte ganan según el número de pasajeros que abordan sus unidades. Por ello, no cuentan con inventivos para mantener una frecuencia regular y continua, ni para asegurar que el mayor número de unidades estén en circulación. Les basta con tener pocas unidades en rutas altamente demandadas pasando el costo de tiempos de espera a los usuarios. Este pequeño gran cambio en la forma en que los concesionarios son remunerados por su servicio podría mejorar inmensamente la calidad del transporte.
Es claro la influencia de Dr. Villarreal a quien, de hecho, Samuel cita constantemente en su libro. Y no hay nada de malo en que los candidatos se asesoren en los diferentes temas. No esperamos que sean expertos en todo. Al contrario, como ciudadanos quisiéramos que la voz de los expertos y los intereses de la gente dicten sus plataformas de gobierno. Porque desafortunadamente, es más común ver que en las propuestas de campaña impere la inercia, la ocurrencia o los intereses de quienes financian sus aspiraciones políticas.
Seamos o no usuarios del transporte público, el tema debería de interesarnos a todos los que vivimos Nuevo León. Pues el estado pierde año con año competitividad económica por su incapacidad de ofrecer un sistema de transporte público sustentable, asequible y eficiente.
Las elecciones apenas arrancaron y seguramente los candidatos seguirán detallando sus propuestas en la marcha. Lo cierto, es que algo tengo claro: si las elecciones fueran hoy y el único tema a evaluar fuese la movilidad del estado, Fernando Larrazábal no tendría mi voto.