No busco politizar, porque nunca ha sido mi estilo, pero que triste situación para miles de mujeres mexicanas que, en este 19 de octubre, por mucho que quieran sensibilizarse acerca del cáncer de mama, están lejos de conseguirlo.

Según las cifras del INEGI del año 2022, 23 mil 790 mujeres de 20 años y más fueron detectadas con esta terrible enfermedad, murieron 87 mil 880 por tumores malignos, de las cuales, el 9 por ciento por cáncer de mama. Una cifra que año con año ha venido en crecimiento y lo que es peor, va de la mano de un alza en los precios de los diagnósticos y los tratamientos y solo las mujeres que cuentan con seguro de gastos médicos o con el IMSS la libran. En México, el cáncer de mama cuesta en promedio 297 mil pesos anuales.

¿Y qué pasa en Dinamarca? Según los últimos datos dados a conocer por la Organización Mundial de la Salud, en el año 2020, las muertes causadas por esta enfermedad en el país nórdico llegaron a tan solo 1,299, lo que representó tan solo el 2.89% de los fallecimientos. Dinamarca ocupa el lugar número 62 en todo el mundo, mientras que nuestro país, el 149. Es más, en Dinamarca, las mujeres que sufren de la enfermedad reciben una compensación económica.

Ahora bien, si bien es cierto que aquella frase demagógica de que tendríamos un sistema de salud al nivel del país nórdico, peor aún que ni siquiera se voltea a ver a una enfermedad que es la primera causa de muerte en las mujeres mexicanas. No hay apoyos económicos, las fundaciones que antes daban el servicio gratuito ya no tienen posibilidad de hacerlo, los servicios médicos del sistema público están rebasados y los medicamentos para gran parte de las mujeres son incosteables. La lucha contra el cáncer de mama no está en la agenda política de nuestros gobernantes.

Al final, para esas miles de mujeres que no tienen o no han tenido la posibilidad de salir adelante de este cáncer, terminan sus días en el mismo lugar en donde pretende su retiro nuestro anterior presidente. Así de injusta y triste es la vida. Lo único que nos queda como sociedad, es seguir haciendo todo lo posible por concientizar a nuestra población sobre la importancia de la prevención... con o sin dinero. Nos duele y nos enfurece, porque son nuestras mujeres mexicanas que están en constante riesgo. Por cierto, ¿ya se habrá ido a La Chingada quien aseguró que estaríamos como Dinamarca? Esa fue su promesa y sus propias palabras.

Hablando de guerras. Tuvimos la oportunidad de trabajar y recientemente entrevistar a dos grandes guerreras: Lolita Ayala y Marta Guzmán. Ambas abrieron su corazón y nos contaron su historia personal, su lucha en contra el cáncer de mama y la manera en la que han sido un ejemplo de vida para miles de mujeres. Lolita y Marta son ejemplo de vida y de no dejarse vencer ante esta maldita enfermedad. No se pierdan ambos testimonios en nuestro podcast: “En la Trinchera con José Luis Arévalo”. Mujeres extraordinarias que, con su ejemplo de vida, podemos decir que el cáncer de mama no es sinónimo de muerte. Las pueden ver en YouTube por Canal Cero Networks.

Los espero en mi próxima Trinchera.

Periodista desde 1992 y Corresponsal de Guerra

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