Era mi quinto conflicto armado como Corresponsal de Guerra y luego de más de 30 días de bombardeos, buscábamos salir del sur del Líbano. El ejército israelí había bombardeado las cercanías de nuestro hotel en la ciudad de Tiro, así que teníamos que escapar. En nuestro camino, vi a un joven a bordo de una pequeña motocicleta que circulaba a toda velocidad en sentido contrario a nosotros. Cinco minutos después, nuestro camino era intransitable porque una bomba lo había destruido, así que tuvimos que regresar por donde veníamos. No fueron más de 500 metros cuando cruzamos por donde estaba esa misma moto casi destruida, sus llantas aún giraban a toda velocidad, el joven estaba despedazado porque un misil teledirigido lo había matado a distancia. Así era, y estoy seguro de que sigue siendo, la guerra de Israel contra el Hezbolá, el Partido de Dios.

Con el apoyo militar y financiero de la República Islámica de Irán, Hezbolá nació en el Líbano en 1982 como respuesta a la invasión de Israel y desde entonces han tenido varios enfrentamientos. La guerra del 2006 fue una más, pero que 18 años después pareciera que la historia se repite. En la actualidad, Israel ha mejorado sus tácticas de guerra, Hezbolá cuenta con mejor equipo, más entrenamiento y por supuesto mayor odio contra el estado hebreo. En aquellos años, Israel buscaba liberar a dos de sus soldados que Hezbolá tenía como prisioneros. Fueron 34 días de bombardeos desde el sur de Beirut hasta la frontera con Israel, que es donde se concentra la población chiíta, seguidora del Partido de Dios e Israel no consiguió su objetivo.

Esa guerra trajo como consecuencia la muerte de alrededor de 1500 libaneses, 165 israelíes, el desplazamiento de más de un millón de libaneses y cerca de medio millón de israelíes. Pocos días que dejaron a su paso destrucción y muerte, pero sobre todo mayor odio entre ambas partes. De ahí que la primera decisión del primer ministro Benjamín Netanyahu fuera matar a como diera lugar al líder del Hezbolá, Hassan Nasrallah; cumplió su venganza, la revancha la ha ganado hasta el momento Israel.

Sin embargo, el estado hebreo no puede olvidar la manera de pelear de los milicianos chiitas. En 2006, pagando un precio muy alto, en una guerra de guerrillas, Hezbolá se declaró vencedor al expulsar de su territorio a los soldados israelíes. La pregunta ahora es: ¿se repetirá la historia? Israel parece olvidar que Hezbolá, no solo le ganó aquella guerra, sino que ahora es más amado en su territorio, está mejor preparado y con mayor armamento proveniente de Irán, además, en 2006 le tomó la medida y quizás esta vez podría repetirse la historia. Si Israel vuelve a salir por la puerta de atrás, muy probablemente habrá consecuencias muy graves para la región.

Hablando de guerras y revanchas: recientemente, la comunicadora Paola Rojas hizo público el inicio de su programa matutino en Imagen televisión. Pero ¿cuáles han sido los momentos más difíciles en la vida de esta carismática y talentosa mujer que llegó a los medios de comunicación luchando contra viento y marea? ¿Cómo ha conseguido superar sus problemas personales para ocupar un lugar tan especial en la población? Las guerras de Paola Rojas y sus victorias las podrán conocer en nuestro podcast “En la Trinchera con José Luis Arévalo”, que pueden ver en YouTube por Canal Cero Networks. No se la pueden perder.

Los espero en mi próxima Trinchera

Periodista desde 1992 y Corresponsal de Guerra

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