La agresión en contra del Instituto Nacional Electoral (INE) ha superado todo lo imaginable. Es cierto que, prácticamente, desde el inicio de la actual administración, se ha implementado desde el poder una estrategia para desgastar al INE, sin embargo, lo que estamos viendo ahora es verdaderamente preocupante y llama mucho la atención: el Presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna -que de acuerdo con la Ley, representa la unidad de la Cámara- presentó, a título personal, una denuncia penal en contra de los seis Consejeros del Consejo General del INE que votaron a favor de posponer la realización de la revocación de mandato, acusándolos, entre otros delitos, de coalición de servidores públicos. No existe en el Código Penal Federal ningún elemento constitutivo del tipo penal, que se pueda aplicar a la conducta de los Consejeros que, en una discusión democrática al interior de un cuerpo colegiado, manifestaron con su voto una opinión.
Los excesos también se dan en otro Poder. La Comisión de Receso de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que integran las ministras Margarita Ríos Farjat y Yasmín Esquivel Mossa, ante la controversia presentada por la Cámara de Diputados, en lugar de otorgar o no la suspensión solicitada, se pronunció sobre el fondo del asunto y ordenó al INE continuar el procedimiento. Esto último, corresponde decidirlo al Pleno de la SCJN.
Estoy convencido de que nuestra democracia, con todos sus problemas y todos sus defectos, sigue siendo el sistema político que los mexicanos queremos darnos para construir nuestros gobiernos, para exigirles cuentas y para reemplazarlos cuando defraudan las expectativas de los ciudadanos. Para eso es indispensable contar con una autoridad electoral fuerte, confiable y respetada.
El INE es, ante todo, una institución al servicio de la ciudadanía y es también un bastión de la democracia. Cuidar al INE equivale a cuidar la democracia que mucho tiempo, dinero y esfuerzo ha costado construir. La tarea de la construcción de la democracia aún no está terminada. La realidad nacional exige dar justa respuesta a las demandas de la ciudadanía. Por ello, es importante contar con instituciones fuertes y sólidas que pongan límite a los excesos del poder. Si desde el poder hay una estrategia para debilitar algunas de las instituciones garantes de nuestra democracia, no debemos permitirlo.
Por lo que se ve, el tema de la revocación de mandato va a ser utilizado para provocar al INE un mayor desgaste. El enorme reto que enfrenta, representa también una oportunidad para fortalecer su presencia institucional y social y corresponder así a la confianza que la ciudadanía ha depositado en ellos. Sin duda, la democracia en México está enfrentando una dura prueba. Todos los actores políticos y sociales tenemos la obligación de arropar y fortalecer al INE, que es parte muy importante de nuestro sistema electoral que ha costado tanto esfuerzo construir. Distraerse en frivolidades, sería irresponsable y sumamente costoso para México y para todos nosotros. Vale la pena concentrar las energías políticas y sociales en la preservación de nuestro sistema democrático para evitar una regresión autoritaria.
@jglezmorfin