De nueva cuenta, el líder de los diputados de Morena anunció que ahora van por la Reforma Político Electoral y que esta semana inicia su discusión en la Cámara de Diputados. Lo que más preocupación ha causado es que, como era de esperarse, van por el Instituto Nacional Electoral (INE). Ignacio Mier, coordinador de los diputados afines al gobierno ha dicho que, aunque van a entablar una negociación, son conceptos irreductibles el lograr un INE que no sea costoso, que sus integrantes sean electos democráticamente y, la ciudadanización del Consejo General del INE. Como se puede ver, propone modificar cuestiones fundamentales de nuestro marco constitucional en materia electoral. Todos sabemos que los grupos parlamentarios afines al gobierno en turno no cuentan con el número de legisladores suficiente para hacer una reforma constitucional por lo que habrá, como en otras ocasiones, muchas presiones a los legisladores de oposición. Es importantísimo que estos no claudiquen, sería un retroceso funesto que pagaríamos todos los mexicanos.
Creo que es el peor momento para una reforma electoral. Aunque estamos a 18 meses de la elección federal en que habrá de renovarse el Congreso y elegir al Presidente de la República, el proceso inició hace tiempo y, por lo que respecta a la elección presidencial, los aspirantes de distintos partidos están en plena campaña. Además, ya han iniciado también los procesos en el Estado de México y Coahuila que van a elecciones en junio del año próximo, en las que el INE también juega un papel muy importante. Me parece que una nueva reforma electoral es completamente innecesaria de cara al 2024. No deben cambiarse las reglas del juego con el proceso ya iniciado. Y, si lo que se quiere es destruir al INE, con mayor razón debe de ser rechazada.
El INE ha dado sobradas muestras de su pericia e imparcialidad y de que puede organizar los procesos electorales con indudable calidad democrática. No podemos dejar de lado el que, con esta ley electoral y con este INE, Andrés Manuel López Obrador ganó la Presidencia de la República.
El actual INE es una institución fundamental para nuestro país. Su composición y diseño le dan una fortaleza e independencia que ponen más allá de toda duda su imparcialidad política y su capacidad para organizar comicios. Los procesos electorales por venir, se vislumbran con grado enorme de complejidad. Ahora más que nunca, quien puede sacar adelante el proceso electoral del 2024 es el INE.
Una reforma electoral no puede ser el resultado de una serie de ocurrencias, resentimientos, rencores y venganzas. Sería una traición a México. Hoy, que la división y el encono prevalecen por encima del diálogo y la negociación, no podemos permitir que se destruya a instituciones como el INE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que, con su actuar independiente, han sido fundamentales para los avances democráticos que nuestro país ha logrado en las últimas décadas. Vivimos un momento clave. Nuestra democracia está en riesgo y la regresión autoritaria puede estar a la vuelta de la esquina. En momentos como éste no podemos dudar, defendiendo nuestras instituciones defendemos nuestra democracia.
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@jglezmorfin