Esta semana fuimos testigos de tres hechos distintos por demás lamentables con un cada vez más preocupante denominador común: la ausencia de un verdadero Estado de derecho. En orden cronológico primero fue lo sucedido en San José de Gracia , un pueblo anteriormente muy tranquilo del estado de Michoacán . Un comando de aproximadamente 20 vehículos con gente armada, interrumpe en un velorio, saca a 17 personas y las fusila a plena luz del día enfrente de todos los pobladores. A los criminales les da tiempo de levantar, llevarse los cadáveres y limpiar el lugar del crimen, ya que las autoridades responsables de la seguridad tardan cinco horas en llegar al lugar de los hechos. Hasta el día de hoy no hay ningún detenido por lo acontecido en San José de Gracia.

En segundo lugar, el viernes por la noche comenzaron a circular unas conversaciones entre el Fiscal General de la República y uno de sus más importantes subordinados. Independientemente de que las grabaciones fueron obtenidas ilegalmente, dejan muy mal parado al Fiscal, ya que pone en entredicho la honorabilidad de ministros de la Corte y queda claro su involucramiento en un caso en el que está directamente inmiscuido, lo que significa un claro conflicto de interés. En cualquier otro país, este tema habría provocado una grave crisis política que pondría en riesgo a todo el gobierno. Pero, para el Presidente de México se trata de una estrategia para tumbar al Fiscal y descarrilar a su gobierno.

Y, tercero, el sábado fuimos testigos de los lamentables hechos sucedidos en la ciudad de Querétaro. En un partido de futbol, el deporte favorito de nuestro país y totalmente familiar. Fuimos testigos de la violencia desatada por las barras bravas (y no grupos de animación como se les pretende llamar), actuando con una saña inaudita como no se había visto en eventos deportivos en México. Una muestra más de cómo el crimen organizado se ha infiltrado también en el deporte. También y más preocupante, fuimos testigos de la ausencia de la autoridad que debería de garantizar la seguridad de quienes asisten a esos eventos.

Si la autoridad tiene conocimiento de una presunta comisión de delito cometida por cualquier ciudadano, está obligada, en términos constitucionales y legales, a investigar y llevar a cabo todos los procedimientos aplicables. Eso es Estado de derecho . Si la autoridad responsable de investigar una presunta comisión de un delito en el que tiene alguna participación que puede significar un posible conflicto de interés, debe escusarse de participar. Eso es Estado de derecho.

Como podemos ver, la situación que vive nuestro país en materia de Estado de derecho es delicada. Vivimos un momento de grandes desafíos para las instituciones de la República. La impunidad es uno de los principales problemas que enfrentamos como sociedad. Mientras exista quien viole la ley y quien se ponga por encima de los demás ciudadanos sin recibir castigo, México no va a salir adelante.

La consolidación de un verdadero país de leyes es la asignatura más importante que tiene México. Si de verdad se quiere terminar con la corrupción y la impunidad, lo que se requiere es construir un auténtico Estado de derecho.

Abogado.
@jglezmorfin

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