El pasado lunes dio inicio en la ciudad de Glasgow en el Reino Unido la COP26 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021), que se prolongará por las próximas dos semanas, en las que se tratará de llegar a acuerdos de largo plazo que ayuden a frenar el cambio climático que está poniendo en riesgo el futuro de la humanidad. En el marco de la Conferencia, se dieron cita 120 jefes de Estado y de gobierno para participar en la Cumbre de Líderes, el Presidente de México decidió no asistir. En su discurso inaugural, el Secretario General de la ONU, António Guterres, alertaba: “ya basta de quemar, perforar, y minar nuestro camino más profundo, estamos cavando nuestras propias tumbas”. El día de ayer -en lo que representa el primer gran acuerdo de la Conferencia-, más de 100 países, que representan el 85% de los bosques del mundo, firmaron un pronunciamiento en el que se comprometen a “detener y revertir la pérdida de bosques”, vemos con mucha tristeza que nuestro país no lo firmó.

Para quienes creemos en la relevancia de cuidar nuestro medio ambiente, es muy triste ver que, a nuestro gobierno, este tema no le merece ninguna importancia. Lo podemos constatar también en la iniciativa de reforma eléctrica que el Presidente de la República envió al Congreso que, de aprobarse, representaría para México un enorme retroceso que pagarían muy caro las próximas generaciones. Privilegiar el uso de combustibles fósiles como el combustóleo para generar energía eléctrica en lugar de favorecer la generación por medio de energías limpias y renovables, independientemente de que económicamente es un despropósito, traerá consigo un significativo daño ambiental muy difícil de revertir.

No podemos cerrar los ojos ante lo que está sucediendo actualmente, el cambio climático es la mayor amenaza que se cierne sobre la humanidad. Los polos se están derritiendo; el nivel del mar sigue subiendo; y, las temperaturas son cada vez más extremosas. Los cambios los podemos ver todos los días y en todas partes del mundo: inundaciones, sequías, incendios forestales, etc.

Da tristeza comprobar que nuestro gobierno, al igual que gobiernos de otros países, piensa que invertir en el cuidado del medio ambiente es un lujo que no nos podemos dar y no una urgente necesidad. No se dan cuenta que muchos países han hecho compatible y han logrado un equilibrio entre el cuidado del medio ambiente y el crecimiento económico. El momento postpandemia que estamos viviendo puede ser una oportunidad única para replantear aquellos esquemas de producción y consumo que, no sólo han demostrado que no son financieramente viables, sino que también representan una amenaza para los recursos naturales a escala global.

Veo muchas contradicciones en el tratamiento que le damos al tema del cambio climático. Hay un desfase entre lo que queremos la mayoría de los mexicanos y lo que hace el gobierno. Por una parte, a nuestro niños y jóvenes se les enseña en la escuela la importancia de cuidar nuestro planeta y, por otra parte, nuestro gobierno no hace nada y manda mensajes de que no le interesa. Por eso la pregunta: ¿Está México realmente comprometido con el medio ambiente?

@jglezmorfin
Abogado.

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