El próximo domingo habrá elección de gobernador en el Estado de México y en Coahuila. Serán las primeras elecciones desde que el Instituto Nacional Electoral (INE) fue renovado parcialmente en un proceso lleno de cuestionamientos. Como sabemos, finalmente, por insaculación, la Cámara de Diputados eligió a la Presidenta y a los tres nuevos consejeros del Consejo Superior del Instituto. La del domingo también será la última elección antes del proceso electoral federal y local del año próximo en el que se elegirá al Presidente de la República y se renovarán las cámaras de Diputados y Senadores. En el ámbito local, entre muchos otros cargos, se renovarán las gubernaturas en siete entidades del país.

El reto para el INE y, particularmente para los nuevos consejeros, será enorme. Las elecciones del próximo domingo representan una buena oportunidad para ver qué podemos esperar de la Presidenta y de los nuevos consejeros. Durante los últimos años, el INE ha sido sometido a una presión desgastante por parte del Poder Ejecutivo; aún así, sacó adelante procesos electorales complicados y ha logrado un gran reconocimiento social por su desempeño. Es de esperarse que ahora, con su nueva integración, deje de ser presionado y que cesen los ataques y amenazas contra la autoridad electoral y permitan que el INE continúe con sus importantísimas tareas que nuestra constitución le tiene encomendadas.

La tarea que tiene frente a sí el órgano electoral es un reto de grandes magnitudes. En primer lugar, tendrá que seguir siendo garante de la organización de comicios imparciales, libres y transparentes, como lo ha venido haciendo a lo largo de las últimas décadas. La experiencia técnica acumulada por el personal profesional del INE, es un activo importante al que hay que cuidar y debe de seguir siendo fundamental en los próximos procesos electorales.

Uno de los temas más importantes que el INE tuvo que atender y ha conseguido con éxito, es lograr que los procesos electorales del ámbito local tengan la misma calidad que las elecciones federales. Gracias al INE, en muy pocos años, esto se ha logrado. Hoy las elecciones en México, tanto locales como federales, han alcanzado un nivel razonablemente satisfactorio en materia de equidad, transparencia y fiscalización, esto es fundamental y no lo debemos de perder.

En los últimos meses hemos visto con satisfacción cómo sectores importantes de la sociedad se involucraron públicamente en defensa del INE. Esto también representa una oportunidad de fortalecer su presencia institucional y social para estar a la altura de la confianza ciudadana. Ello, desde luego, dependerá del desempeño y de la imparcialidad de los consejeros. Pero, no todo le toca al INE. Los partidos políticos, los gobiernos, los candidatos, tienen una responsabilidad importante para lograr que el INE sea una institución exitosa. Debe haber un compromiso serio por parte de todos los actores políticos para respetar su autonomía y sus decisiones. Lo que viene por delante no será nada fácil. Por eso en este momento resulta tan importante apoyar al INE. Cuidarlo, es cuidar a nuestra democracia que a los mexicanos nos ha costado tanto tiempo, dinero y esfuerzo construir.

Abogado

@jglezmorfin

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