Las elecciones del próximo domingo en seis estados de nuestro país, tienen lugar en un entorno de indiferencia y descontento de buena parte del electorado. Como es bien sabido, el próximo domingo en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, se habrán de renovar las gubernaturas, los ayuntamientos y los congresos locales. Por lo que se puede observar a la distancia, en las campañas han predominado la confrontación, las descalificaciones y la guerra sucia. Como lo hemos venido observando desde hace tiempo, el dinero fluye en abundancia. Las campañas negras sustituyen a las propuestas y programas. Los ciudadanos cuentan con muy poca información de lo que les espera si gana uno u otro de los candidatos. En el imaginario colectivo va creciendo la sensación de que “todos los partidos y todos los políticos son iguales” y un medio para expresar su descontento puede ser la abstención.

¿Qué podemos esperar de esta elección? En los últimos meses se puede percibir a una sociedad desencantada y enojada, que muestra un desprecio cada vez mayor por el proceso electoral y en el que, es de esperarse, comiencen a surgir sentimientos abstencionistas muy fuertes. Si a esto le aunamos la situación de violencia que se vive en muchas regiones del país, no es de esperar una afluencia copiosa en las casillas.

¿Qué es lo que la gente desea y espera de los próximos gobiernos? Creo, sin temor a equivocarme, que lo que la gente está esperando más allá de si son de uno o de otro partido, que quienes resulten electos estén a la altura de los enormes retos que enfrenta cada entidad. Muchos de esos retos les son comunes a todas las entidades que van a elección. Me refiero a tres de ellos:

Primero, se requieren gobiernos honestos que administren las finanzas con la probidad que demanda un gobierno democrático; se requiere también una administración más transparente, que gestione los recursos de cara a los ciudadanos.

Segundo, resulta también indispensable tener gobiernos firmes, que actúen contra el crimen organizado. Esta es quizá la demanda más sentida de la sociedad. La inseguridad en que sigue sumida buena parte de nuestro país, obstaculiza su marcha al desarrollo. Gobiernos honestos, firmes contra la criminalidad, deben ser la ruta para recuperar el progreso y la tranquilidad de las familias.

Y, tercero, lo que vendría muy bien a las seis entidades que cambian de gobierno, es un esfuerzo de parte de las autoridades para que los ciudadanos recuperen la esperanza. Ya son muchos años viviendo a la sombra de la violencia, la corrupción y la impunidad. Es hora de un golpe de timón para recuperar la esperanza y la confianza ciudadana. Las nuevas autoridades, tienen que llenar los vacíos que se han ido dejando con los años y no permitir que sean ocupados por otros intereses.

Por lo pronto, para el próximo domingo, es fundamental que los gobiernos estatales asuman su responsabilidad en la generación de las condiciones de paz y orden que se requieren para celebrar elecciones libres. Y, por el futuro de nuestro país, espero que el domingo 5 de junio ganen las opciones políticas que realmente buscan construir el bien común para todos.

Abogado. @jglezmorfin

para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, planes para el fin de semana, Qatar 2022 y muchas opciones más.

Google News

TEMAS RELACIONADOS