Considero que fue buena noticia, el nombramiento de la Doctora en Ciencias Sociales, María Fabiola Alanís Sámano, como nueva titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. Al darle una mirada a su historial, queda claro que tiene la preparación, la experiencia y, por lo tanto, se entiende, la sensibilidad para replantear los esquemas de atención a las mujeres que son víctimas de todo tipo de violencia.

Sabemos que tiene camino recorrido en el tema central y las habilidades políticas, para encabezar una lucha, en la que, por ahora van ganando los indicadores negativos, a pesar de que la narrativa oficial, insista en que sí se están apoyando a víctimas de violencia, las cifras de afectadas no le cuadran a nadie.

Llama la atención, sobre todo, la aportación de la ahora titular de la Conavim, en el tema del empoderamiento económico de las mujeres que, en mi punto de vista, es una de las vías, en las que se requiere poner mayor dedicación.

Jamás habrá justificación alguna para tolerar, permitir o justificar la violencia. Pero una de las lamentables razones por las que suelen soportarla, es por la dependencia económica, no solo de ellas, también de los hijos.

En esta complicada época de cuarentena, con la alta pérdida de empleos, son las mujeres, quienes más están sufriendo la falta de recursos. Y que sea muy alta, la cifra de mujeres desempleadas, también es una forma de violencia, dado que, por su condición, no les es fácil salir a buscar el sustento.

Ojalá que la estatura política, la vocación de dirigente y su identificación con el régimen, le permitan a la doctora Alanís Sámano, reencausar las tareas que por ahora han quedado de lado. Por ejemplo, la instalación del Sistema Nacional de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia Contra las Mujeres, sistema al que las áreas responsables, se han resistido a convocar.

La atención de este creciente fenómeno social, no puede quedar en una solo instancia, es necesaria la participación y operación de acciones de muchas áreas, de manera coordinada, como política pública y esa tarea le corresponde al sistema en su conjunto. Es cierto que no lo encabeza la Conavim, pero al pertenecer a la Secretaria de Gobernación, junto con el Inmujeres, pudieran detonar tanto su instalación y su operación.

Hacen falta centros integrales de atención a mujeres violentadas en el país, tema que no es desconocido para la doctora Alanís, pero sobre todo y de forma urgente, hacen falta programas para darles empleo. Desde luego que todas las dependencias del sistema deberían aportar recursos. Hecho que por ahora parece complicado. Sin embargo, estamos hablando de un tema social, económico, cultural y de justicia para las mujeres.

Bueno, mientras vemos resultados con los cambios de titulares en las áreas de responsabilidad, no podemos como sociedad, quedarnos de brazos cruzados. Mejorar las condiciones laborares y de estabilidad de muchas mujeres, es tarea de todos.

Por ello hago un serio y respetuoso llamado a quienes están pensando y planeando reorganizar sus actividades económicas: en el momento de contratar personal, PRIMERO PIENSEN EN LAS MUJERES. Hoy en día, ellas tienen muchos y magníficos perfiles, mejor desempeño y más solidaridad. Así vamos a contribuir para salir más rápido de la actual crisis. Por cada mujer con un empleo digno, habrá muchas personas beneficiadas.

Exgobernador de Hidalgo

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