Ha sido lamentable ver en las últimas semanas, la noticia de las detenciones de migrantes en la zona sur del país, ya que algunas son violentas y arbitrarias. También hemos leído toda clase de posiciones respecto de las obligaciones del Estado Mexicano en el tema migratorio.
No podemos dejar de pensar que mucha gente que conocemos, ha tenido que emigrar a los Estados Unidos, buscando la oportunidad económica y de autorrealización que no le fue posible encontrar en su propia tierra. Como tampoco debemos dejar de reconocer que, gracias a los envíos de dólares a cada familia, nuestra economía en general, logra un equilibrio en las finanzas nacionales.
Son dos las ideas que nos provoca el fenómeno migratorio de quienes salen de países hermanos de América Latina y el caribe, que escogen a nuestro territorio como paso hacia Norteamérica. Por una parte, la necesaria solidaridad para quienes buscan mejores opciones de vida, recordando a nuestros familiares, vecinos y amigos, que han tenido que hacer lo mismo.
Pero, por otra parte, preocupa porque ponen en riesgo su seguridad, así como la de los habitantes de las localidades por las que transitan. Los migrantes por lo general vienen sin recursos, sin alimentos, dependiendo de donaciones a su paso y si no obtienen nada de la generosidad local, lamentablemente lo suelen tomar sin permiso, entonces se pone en riesgo la seguridad y el patrimonio de los habitantes.
La migración es un fenómeno constante en diversas partes del mundo, no solo por causas puramente económicas, también la provoca la inseguridad por el crecimiento de la violencia, la falta de libertades democráticas en muchos países, la información de mejores oportunidades en el exterior, incluso la cadena migratoria familiar, es un factor. No hay una política general o una estrategia multinacional que la frene, por ello la migración es un fenómeno constante.
El problema para México se agrava en el momento que algunas voces, la han alentado creyendo que es algo transitorio, que el Estado Mexicano debe permitirla, dado que es solo de paso y que el real conflicto se le presenta al vecino país del norte.
Cuando se sostiene que México debe ser solidario con todos quienes deseen emigrar y utilizar a nuestros caminos y vías, que además se les debe cuidar y procurar, lo único que se logra es lo que ahora vemos, corrientes migratorias de diferentes países, que por miles y a diario, pretenden primero tener acceso por la frontera y luego cruzar por todo el trayecto de sur a norte.
Alentar, permitir o tolerar una indiscriminada migración en esos términos, es en primer lugar violentar el derecho mexicano que sin duda tiene un mecanismo para la migración cuando se da de manera ordenada. En segundo lugar, se pone en riesgo la seguridad de muchas comunidades, tantas, que puede convertirse en un problema se seguridad nacional
En una tercera consideración, también genera un riesgo para la economía regional, dado que miles de esos obligados migrantes, al no concretar el objetivo de entrar a los Estados Unidos, se quedan en nuestro país, demandando trabajo, alimento, vivienda, servicios de salud, etc.
Siempre será una buena idea, la propuesta del Presidente Mexicano, López Obrador, de invertir para el desarrollo, en los países de origen de las más altas corrientes migratorias, así como aumentar nuestro intercambio comercial con ellos, a fin de que se generen empleos y mejores condiciones en general, que evite la salida de sus connacionales.
Mientras tanto aquí, autoridades y sociedad, debemos trabajar en mejorar el control de nuestras fronteras, porque así lo exige la ley y la seguridad. Cuando ya es inminente el ingreso irregular de personas, debemos mantener su trato con total respeto a sus derechos humanos y la solidaridad necesaria. Sin duda se debe analizar a fondo la política migratoria. No alentarla, no definirla por consigna de otros intereses, pero si debe mantener un equilibrio entre el respeto a la ley y los derechos humanos fundamentales. Finalmente creo que la cumbre de la CELAC, perdió la oportunidad de abordar el tema que atañe a todos sus integrantes.
