Con los nuevos nombramientos en el Gabinete Federal y otros organismos, cada vez toman más empoderamiento mujeres que se destacan por su trayectoria. Esto es relevante en tiempos de pandemia, en los que aumenta la violencia de género.
Aquí cabe recordar la expresión de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero , cuando señaló que muchos integrantes del gabinete, tenían una actitud muy poco solidaria, ante la violencia contra las mujeres, por decirlo en un tono suave.
Por lo que resulta interesante que, en la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, ocupe la titularidad una mujer con experiencia en el servicio público y en áreas delicadas, como es sin duda Rosa Icela Rodríguez Velázquez. Podemos decir entonces, que el equipo se fortalece, para consolidar una política pública, que apoya mucho más a las mujeres, sujetas de actos violentos.
Nuevamente resalto la importancia de instalar y que realmente opere, el Sistema Nacional de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia Contra las Mujeres. Porque es la instancia de coordinación integral, en la que concurren todas las dependencias y organismos que tienen la misión, la capacidad y la vocación, para trazar actividades de largo alcance, que realmente incidan en la disminución de la violencia hacia las mujeres.
Ante el reclamo de la secretaria Olga Sánchez, de la falta de visión de género en el gabinete federal, ahora ya cuenta con mayoría de mujeres entre quienes dirigen las dependencias que integran al sistema. De las 12 dependencias, en 7 tienen como responsable a una mujer. Con lo que se consolida la capacidad de operación y convocatoria, de quien lo preside, la secretaria de Gobernación.
Veamos, en la Fiscalía General de la República, en las secretarías del Bienestar, de Educación Pública, de Salud, de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano, sus titulares son varones. Y en la Secretaría de Gobernación, de Seguridad y Protección ciudadana, de Cultura, del Trabajo y Previsión Social, en el Instituto Nacional de las Mujeres, en el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación y en el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, son mujeres con capacidad, quienes encabezan.
El combate a la violencia intrafamiliar y de género, no se logra con ideas, acciones o iniciativas de ley, aisladas, como ha estado pasando en los últimos meses. Por muy buenas intenciones que contengan.
Los resultados solo se logran con una puntual coordinación, para que cada decisión, se instrumente como política general, que las acciones concurran y sobre todo que los recursos se apliquen para lograr la debida prevención, atención, sanción y alcanzar las metas de erradicación.
Ninguna duda hay sobre el conocimiento, capacidad y liderazgo de la exministra Olga Sánchez Cordero para instalar y encabezar al sistema y menos ahora que ya tiene mayoría, al menos en cuanto al género se refiere, de quienes conforman a esta alta instancia de operación.
Estoy seguro que la intención del Presidente de la República, al nombrar a mujeres en estas dependencias, es darle a la lucha en contra de la violencia a la mujer, más sustento y compromiso. También creo que, independientemente de ser nombradas por su lealtad o el perfil, este extraordinario grupo de mujeres, sabrá hacer lo que las leyes les demandan, en este tema que cada día, cobra más importancia, por el creciente número de delitos.
¿Qué faltaría entonces para instalar al sistema y que se generen planes, programas de corto y largo plazo? Creo que muy poco. Una sola decisión. Que tiene que ver con darse cuenta que las condiciones están dadas.
En la víspera de iniciar un nuevo año y de ejercer para el mismo, el presupuesto de egresos correspondiente, cada dependencia y organismo, tiene la posibilidad de orientar los recursos necesarios y al hacer concurrentes las tareas, dichos recursos se podrán optimizar. Solo falta una sola expresión, para hacer posible todo esto y se llama VOLUNTAD.