Los obradoristas acusan de traidores a quienes tildan a los narcos (sus aliados) de terroristas. De hecho lo son y quienes han señalado como terroristas a los cárteles, han aclarado que no están pidiendo que Estados Unidos por sí mismo tome acciones contra ellos, sino que el gobierno mexicano busque una acción conjunta entre los dos países. De otra forma, el crimen organizado seguirá cobrando fuerza política, como ocurrió con López Obrador. Nuestro Estado no puede solo con el paquete.

Paradójicamente, quienes sí pidieron (y a veces consiguieron) la intervención norteamericana para asuntos internos, son los próceres de los que el obradorismo pretende ser su heredero; los insurgentes, los liberales del siglo XIX y los revolucionarios del siglo XX.

Algunos ejemplos: Aldama fue el primer comisionado por Allende e Hidalgo para partir a Estados Unidos “con la comisión de solicitar armas y gente para continuar la guerra”, pero sólo pudo llegar a Texas.

Después, “Don Manuel Herrera, -cuenta Lorenzo de Zavala– fue enviado por los insurgentes a los Estados Unidos del Norte, con el objeto de entablar relaciones y proporcionar recursos para hacer la guerra”. Morelos incluso pensó en ceder Texas a los norteamericanos a cambio de ayuda, según lo comunicó por escrito en 1813.

Lucas Alamán explica: “Esta necesidad (de armas), unida a la imposibilidad de remediarla en el país, fue la causa del grande empeño que se tuvo por los diversos jefes de la revolución (de independencia) desde el principio de ella, para ponerse en comunicación con los Estados Unidos, esperando del gobierno estos auxilios directos”.

Incluso los insurgentes nombraron como gobernador de la provincia de Texas a un norteamericano; el comodoro Aury, quien más tarde, en 1817, dirigió la expedición naval desde EU hacia Soto la Marina, con Javier Mina a la cabeza.

En cuanto a los liberales, muchos de los llamados puros consideraban que la única forma de tener democracia era uniéndonos a Estados Unidos. Durante la guerra de 1846, pedían a generales y enviados norteamericanos que se quedaran ya con todo México.

Y en tiempo de Juárez, está desde luego el Tratado McLane- Ocampo, que permitía a los estadounidenses entrar a México sin permiso para defender los intereses de sus ciudadanos.

A partir del mismo (no ratificado por EU), Juárez pidió la intervención naval norteamericana para detener a dos fragatas conservadoras que planeaban hacerle pinza con las tropas de Miramón en Veracruz, donde se hallaba el oaxaqueño. Así lo hicieron los estadounidenses, y eso inclinó la balanza a favor de los liberales.

Durante el imperio de Maximiliano, nuestro embajador en Washington, Matías Romero, recibió instrucciones de Juárez, de ofrecer tierras mexicanas a EU a cambio de ayuda militar. Decía Juárez en su carta a Romero: “El modo de conseguir este resultado sería, a mi juicio, celebrar un arreglo con los Estados Unidos, en virtud del cual nosotros nos comprometeríamos a cederles una parte o todo el territorio de México que Maximiliano diera a Francia”.

Pero el secretario de Estado norteamericano, Bill Seward, se negó por considerarlo inadecuado en ese momento. Como sea, los liberales reclutaron un comando de soldados estadounidenses a cambio de dinero para ayudar a la República contra los franceses. Estados Unidos, al finalizar su guerra civil, ayudó a México presionando a Napoleón III a retirarse de aquí.

Madero, tras la fraudulenta elección de 1910, obtuvo refugio de Estados Unidos. Más tarde, tras el golpe de Huerta, los estadounidenses bloquearon Veracruz para impedir que el dictador recibiera armas del extranjero, lo que contribuyó a su derrota.

Después ayudaron a Carranza a imponerse sobre sus rivales revolucionarios. Así que, si de llamar al intervencionismo de EU se trata, los héroes de las tres épicas de las que Morena se siente el genuino heredero, sí que incurrieron en ello. ¿Cómo les llamarían, patriotas o traidores?

Analista político

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.