Una de las principales promesas de López Obrador durante su larga campaña era crear un auténtico Estado de derecho. El que teníamos durante el neoliberalismo (y por cierto también antes de eso, aunque AMLO no lo mencione) tenía en efecto múltiples fallas y defectos. Algo se avanzó, aunque poco, en los últimos años. Pero ahora en este gobierno estamos igual si no es que vamos para atrás. Parte del avance fue crear una Fiscalía formalmente autónoma, que en esa medida impartiría justicia a partir de criterios jurídicos más que políticos. Todavía Peña Nieto utilizó la PGR para atacar electoralmente a Josefina Vázquez Mota en el Estado de México (2017) y a Ricardo Anaya (2018). Ante esa injusticia, Morena “calló como momia”, porque evidentemente eso le convenía. Era una señal clara que de llegar al poder, no vería mal seguir esa misma línea; la utilización política y personal de la ahora autónoma Fiscalía General (FGR). Algunos apostaban a que el nuevo fiscal no se prestaría a ello, pese a que en los hechos fue nombrado por el presidente. Y vaya que ha accedido a lo que el presidente le ha “sugerido” (presentar videos y declaraciones de Emilio Lozoya, que violan el debido proceso, por ejemplo).
Pero además de satisfacer las demandas del presidente, Alejandro Gertz Manero se dedicó a utilizar su poder para fines estrictamente personales. Al grado incluso de lograr ser nombrado investigador del SNI nivel 3, sin haberlo merecido antes. Y en alianza con la directora de Conacyt, Elena Álvarez-Buylla, incluso los libros plagiados que presentó como propios fueron aceptados por esa ahora desacreditada institución, porque los autores de los mismos ya murieron y por tanto no pueden presentar una demanda (todo lo que toca la 4T lo destruye o desvirtúa). Pero desde luego que eso no fue lo peor, sino el uso de la influencia de Gertz para encarcelar a su cuñada y su hija por supuestamente haber descuidado a su hermano y por tanto cometido homicidio, bajo una figura que no existe en el Código Penal. Eso pasó hace años, por lo cual Gertz ya había presentado esa absurda denuncia y siempre le fue rechazada por los jueces por lo absurdo de la pretensión.
Pero una vez en la FGR, usó su poder para que la fiscalía capitalina pusiera en la cárcel a sus familiares políticos. En lo cual lleva responsabilidad la fiscal de la CDMX, Ernestina Godoy. El caso llegó a la Corte y ahí se confirmó lo que habían dicho muchos jueces antes de que Gertz fuera Fiscal; que se inventó un delito. Con lo cual, por si no había quedado claro desde mucho antes, la permanencia de Gertz y Godoy en su respectivo cargo contradice radicalmente la pretensión de este gobierno de ser distinto, de que la corrupción se acabó, de que estamos ya en un genuino Estado de Derecho. Quizá AMLO mantiene a Gertz por su lealtad, que es lo que más importa AMLO por encima de la honradez o la experiencia, pero hay quienes aseguran que el Fiscal tiene misiles que podría utilizar contra AMLO, por lo cual lo tiene arrinconado. No lo dudaría. Pero que un par de delincuentes (Gertz y Godoy) sigan al frente de sus cargos, recordará a la población (por lo menos a la más informada) que la “4T” se va más por venganzas personales, fines políticos y protección de amigos y parientes, que por un genuino Estado de derecho, que evidentemente le estorba a AMLO. Y por supuesto, sigue pendiente el pleito entre Gertz y Julio Scherer que probablemente seguirá expulsando lodo de este “impoluto” gobierno, cuyas plumas no se manchan.
@JACrespo1