José Antonio Crespo

Diálogo imaginario de AMLO con Claudia

Articulista José Antonio Crespo. Foto: EL UNIVERSAL
13/09/2023 |03:04
José Antonio Crespo
autor de OpiniónVer perfil

Mi querida Claudia, como quedamos desde el principio de mi gobierno, a ti sí te cumplí que serías mi candidata presidencial. A Marcelo se lo ofrecí en 2012, dado que se hizo a un lado para no romper al PRD, pero desde luego que no era la mejor opción para mí. Y no que sea mal candidato, al contrario. De hecho, podría darle más batalla a Xóchitl, que irrumpió con mucho apoyo y puede captar el voto de muchos sectores a los que yo he ofendido o defraudado. Eso me obligó inventar que fue un dedazo de Claudio X.

Por lo mismo, muchos analistas pensaron que yo podría cambiar de parecer y nombrar a Marcelo, pues consideran que podría competir mejor contra la inesperada candidata del bloque conservador. En efecto, “el carnal” es más articulado que tú, tiene ideas propias, seguramente le iría mejor en un debate con Xóchitl que a ti, y como es más moderado podría atraer el voto de muchos opositores y críticos míos que no ven con buenos ojos a Xóchitl, pues la consideran una populista como yo.

Les parece alguien más sensato, aterrizado y realista que tú o que yo, aunque no sea precisamente impoluto, y que por tanto podría corregir muchas de mis decisiones y modificar el rumbo de nuestro “Humanismo mexicano”. Tienen razón, pero justo por eso no lo elegí.

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No cometí el mismo error que el General Cárdenas con Ávila Camacho. Claro que después el General mismo explicó que lo hizo porque ya había jalado demasiado la cuerda con los empresarios y sobre todo con Estados Unidos, por lo que consideró adecuado poner a alguien más moderado. Pero yo no estoy en esa misma circunstancia. Lo que piensen los empresarios —nacionales y extranjeros— y los norteamericanos, me tiene sin cuidado.

Quiero que mi histórico proyecto continúe como yo lo diseñé, y que eventualmente arroje los resultados que prometí en mi campaña y que no han sido alcanzados por ahora; 4 a 6 % de crecimiento económico, abatimiento de la pobreza y no sólo sacar a algunos de ahí (y también terminar con la pobreza extrema que por ahora creció). También, que los mexicanos no tengan que emigrar a Estados Unidos, aunque en realidad nos conviene que sí lo hagan por las abundantes remesas. Un sistema de salud de Dinamarca y uno educativo de Finlandia. Y eso de abrazos y no balazos fue lo único que se me ocurrió ante la complejidad de la narcoviolencia, pero tú sigue con eso, a ver si en algún momento los capos disminuyen la violencia y las extorsiones a los ciudadanos. No hay que perder la fe.

Lo de erradicar la corrupción y terminar con la impunidad era una bandera muy atractiva y captó mucho apoyo, pero sabemos que en este país eso es muy difícil de lograr, sobre todo cuando quienes tenemos la presidencia no queremos en realidad que todo eso acabe, pues tenemos también nuestras propias ambiciones. Imagínate que yo hubiera aplicado estrictamente la ley contra quienes de mi equipo incurrieron en ilícitos; hubiera arrasado con amigos, colaboradores, y parientes, y ni tú te hubieras escapado. Y además se hubiera sentado un precedente que me dejaría a mí más vulnerable para cuando salga del gobierno. De hecho ese riesgo seguirá, y por eso es fundamental para mí que tú ganes la elección.

Pero no te preocupes demasiado por Xóchitl; aunque tiene potencial para seguir creciendo, y su personalidad podría resultar más atractiva que la tuya, tienes el voto de mis bases duras y de los beneficiarios de los programas sociales. Y además tendrás el respaldo del aparato gubernamental federal y el de nuestros numerosos gobernadores que hacen exactamente lo que les ordeno. Voy también a estimular varias candidaturas independientes para dividir el voto opositor, y si Marcelo se va a Movimiento Ciudadano mejor, pues le quitará más votos al Frente que a nosotros.

Confío que con todo eso lograremos ganar. De lo contrario ya veremos qué hacemos, pero no nos vamos a quedar con los brazos cruzados. Recuerda que el triunfo de la reacción será moral, y sobre políticamente, imposible.

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