En democracia se gana y se pierde… Esa es su premisa básica.
Como parte de la historia de las naciones que han adoptado esta forma de organización, se puede observar un fenómeno que acredita la naturaleza autorregulatoria del gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, de acuerdo con la frase de Lincoln: ninguna victoria es para siempre, ninguna derrota es permanente. La falibilidad en la conducción de los gobiernos, las oscilaciones propias de la economía, los ciclos culturales, dotan a las comunidades bien organizadas de una especie de termostato que les permite corregir fallas, insuficiencias, incluso las disfuncionalidades de la corrupción. Esa característica del sistema democrático de gobierno confirma su preeminencia por sobre otros modelos políticos, puesto que los cambios, incluso pendulares, de las alternancias se realizan en procesos pacíficos en donde ya se ha desterrado la violencia y en los que además se pueden construir contextos de convivencia y unidad dentro de la pluralidad.
Toda elección y sus resultados son multifactoriales. El resultado de los pasados comicios no son la excepción. Sabemos que es indispensable el análisis crítico de las fallas, omisiones y errores para contar con un esquema explicativo y prescriptivo de las causas de nuestra sensible derrota. Sobre este particular, la opinión pública debe estar segura de que a partir de ya iniciaremos un profundo ejercicio de examen interno en mi partido. No solo eso, sino que habremos de sacudirnos y buscaremos afanosamente una transformación que le permita ponerse a la altura del momento, con todas las dificultades y desafíos que esto implica, empezando por reforzar nuestros vasos comunicantes con la sociedad civil.
Dicho lo anterior, y con respecto a las pasadas elecciones en las que millones de mexicanos salieron a votar para decidir qué futuro quieren para México. Te comparto mis primeras reflexiones.
De manera destacada y en primer lugar, agradezco a los millones de mexicanos y mexicanas que confiaron en Acción Nacional y nos consolidaron como la segunda fuerza política en México. A ustedes les decimos que vamos a defender su voto, y sobre todo, vamos a seguir luchando por sus causas. Especialmente, agradezco y reconozco a todas nuestras candidatas y nuestros candidatos, a toda nuestra militancia panista, a sus mujeres, hombres y jóvenes que lo dieron todo, que tocaron de puerta en puerta y recorrieron de calle en calle con alegría y entusiasmo, dándolo todo. A ellos les debemos el esfuerzo de mantener una institución unida y de pie.
Para nadie resulta desconocido, que todo este proceso electoral se vivió en un ambiente de inequidad. Es nuestro deber insistir en que el gobierno intervino de manera ilegítima y en no pocas veces hasta delictuosa. Lo hizo no en los ya muy superados tiempos formales de campaña sino desde hace seis años. Son incuantificables los recursos públicos que fueron destinados a que Morena “ganara” elecciones en diversos estados en los comicios de los años pasados. Así, y con la intervención del crimen organizado en varias regiones, fueron pavimentando un escenario que, como han dicho varios especialistas, generó una cancha totalmente dispareja.
Aunado a lo anterior, debo señalar que nadie puede negar lo que los mexicanos y mexicanas expresaron en las urnas. No vamos a auto engañarnos ni a cerrar los ojos. Ellos hablaron fuerte y claro, y como partido, vamos a escucharlos.
Este es un momento que nos obliga a mirarnos al espejo con toda objetividad y autocritica. De análisis y reflexión profunda. Este también es el momento en que debemos abrirnos por completo al resto de la ciudadanía, el PAN les pertenece y es su vehículo de participación.
Acción Nacional es mucho más que un proceso o un resultado electoral. No es solo un emblema en una boleta, no existimos para una elección. Es el partido humanista, el partido de las causas justas, el que defiende la vida, la libertad, es el Partido que se creó para democratizar a México y no vamos a abandonar esa lucha jamás. Continuaremos siendo el Partido que transforma, con sus gobiernos, la vida de las y los ciudadanos.
La fuerza del PAN seguirá siendo su doctrina, su militancia y su congruencia. Con nuestros principios, debemos reinventarnos como opción a los ojos de las y los mexicanos. Estamos seguros que nuestras causas son justas, nuestros principios los correctos y nuestros perfiles los mejores. Tenemos que reconstruir nuestro vínculo con toda la sociedad mexicana, especialmente con el México profundo, para volver a llamar su atención, y para volver a tener su confianza.
Ahora bien, en estos días debe definirse la asignación de curules federales como resultado de la elección. Estaremos vigilantes de que se respete tu decisión en las urnas y no avalaremos una sobrerrepresentación al bloque oficialista y una asignación con subrepresentación a la oposición, como pasó de manera vulgar e ilícita en la CDMX y pretenden hacer en Yucatán.
No tengan duda, que nuestra lucha no tendrá tregua. Continuaremos defendiendo aquellas causas que demanda la ciudadanía. Seguiremos luchando por la democracia.
Coordinador GPPAN y presidente JUCOPO