*Lic. Jorge Nuño Jiménez
Este mes se cumplieron 240 años del natalicio de Simón Bolívar, es oportuno recordar que este libertador brilló en el continente por sus grandes ideas emancipadoras y libertadoras rompiendo cadenas de opresión al lado de otros grandes hombres que dejaron huella en la historia continental como: Hidalgo, Morelos, Francisco de Miranda, Bernardo O'Higgins y José de San Martín, quienes impulsaron la santa causa de la libertad para construir una patria grande bajo un concepto de unión fraterna anfictiónica.
El antecedente más lejano de la visita de Simón Bolívar a México que dejó huella data del 1° de febrero de 1799 cuando llegó al Puerto de Veracruz en el navío de guerra San Ildefonso, procedente del Puerto de la Guaira Venezuela, su destino final sería España. El navío tuvo que esperar en Veracruz porque la ruta estaba interrumpida por el bloqueo de barcos ingleses en La Habana.
Entre los pasajeros de aquel viaje se encontraba el caraqueño Simón Bolívar, tenía entre 15 y 16 años. Se dirigía a Madrid para continuar su educación, traía cartas de presentación del Oidor Don Guillermo de Aguirre para el acaudalado Don Pedro Miguel de Echeverría, este joven decidió conocer Jalapa, Puebla y la capital del Virreinato.
En México se alojó en la casa de los Marqueses de Uluapa, situada en la esquina de Damas y Ortega, hoy calle Simón Bolívar. La Marquesa de Uluapa, era Doña María Josefa Rodríguez de Velasco hermana de la famosa güera Rodríguez, del brazo de estas bellas damas que impresionaba por su hermosura recorrieron los rincones de la ciudad el inquieto joven le echó el ojo a la güera Rodríguez, no sabemos nada de los rumores de aquella época solo el cielo fue testigo de la relación de Bolívar con la güera Rodríguez.
Bolívar impresionado opino que esta era una Ciudad opulenta llena de palacios, fue presentado al Virrey Don Miguel de Azanza, aquí escuchaba los ecos de insurrecciones en su país y comentó imprudentemente que la causa de América era la libertad, el Virrey se asustó y sugirió que ese joven de ideas exóticas siguiera lo antes posible su viaje a España. El día 20 de marzo estaría nuevamente en Veracruz para continuar su viaje.
Ya en otra época durante el México independiente se conocieron y se admiraban las hazañas de Simón Bolívar, de su obra emancipadora de los pueblos sudamericanos gracias a cartas que llegaban a la ciudad sobre sus victorias fulgurantes las cuales se reproducen en los periódicos locales como la victoria de Junín, el 6 de agosto de 1824 se conoció en México a fines de octubre por una carta de correo de Trujillo, también se la victoria de Ayacucho, divulgada en un diario mexicano. La noticia llegó hasta el ministro de Estado y Relaciones Exteriores Don Lucas Alamán, quien envió al libertador y al gobierno peruano la felicitación del estado mexicano por la gloria y la victoria de
las armas americanas al sur del continente sobre las españolas en Ayacucho, y otras como Boyacá y Pichincha.
En reconocimiento por sus enormes victorias de este héroe epónimo de la construcción de la “Gran Colombia”, muy cerca de la emancipación del Perú, Fray Servando Teresa de Mier propuso al Congreso Constituyente aprobar una moción extraordinaria, para que se le declarara a Bolívar: ciudadano de la República Mexicana, lo cual aprobó.
La propuesta de Fray Servando fue una honra para México y al libertador apoyada por unanimidad por todos los miembros del Congreso entre los cuales sobresalía Don Valentín Gómez Farias.
El 13 de marzo de 1824, se consigna el acuerdo que se leyó en primera lectura en aquel histórico Congreso con el siguiente texto: “se conceda carta de ciudadanía al libertador de Colombia Simón Bolívar”.
En segunda lectura se declara solemnemente que: “el libertador Simón Bolívar es ciudadano de la República Mexicana”, debidamente aprobado se le otorga un diploma y se nombra una comisión para hacérsela llegar.
No sabemos si el diploma se entregó o no, ni tampoco sabemos la respuesta de Bolívar por el alto honor concedido por el Congreso Mexicano.
Se agiganta la figura del Diputado Fray Servando Teresa de Mier, enamorado de la causa de la libertad de América, así como la gran estatura histórica de aquel Congreso Mexicano que reconoció y honró en aquella época la conducta e inspiración de Simón Bolívar.
Este Centro de Estudios que me honro en dirigir con motivo del bicentenario del natalicio de Bolívar organizó un ciclo de conferencias en febrero de 1983 en cooperación con el Centro Coordinador de Estudios de América Latina de la UNAM dirigido por el Dr. Leopoldo Zea, concurrieron representantes de los países de la Gran Colombia.
Muy notable fue la asistencia de escritores como Carlos Fuentes, Arturo Uslar Petri de Venezuela, así como el Embajador de Venezuela en México de la época. Obran en este Centro los archivos debidamente ordenados de la Conmemoración de este gran libertador.
*Director
Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo