A las mujeres heroínas, luchadoras por la emancipación, de mi patria querida.
“¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? Las semillas del ayer encierran las flores del mañana, este el doble problema cuya resolución buscan sin descanso los individuos y las sociedades; descubierto un extremo se fija el otro, el germen del ayer encierra las flores del mañana. Nuestro origen e identidad nace en el pueblo de Dolores, en la lucha por nuestra independencia conducidos por el padre de la patria Don Miguel Hidalgo y Costilla”. (Discurso del 16 de septiembre de 1861 en la alameda frente al presidente Benito Juárez).
El pueblo y gobierno de la República rindieron justo homenaje recordando los 214 años del Grito de Dolores. Inició la lucha por la independencia y emancipación nacional, el pueblo mexicano ya no quería ser esclavo de las monarquías coloniales. Surge El pueblo en armas con su ejército insurgente encabezado por el cura de Dolores Don Miguel Hidalgo y Costilla, acompañado por Ignacio Allende, Miguel Aldama, Mariano Matamoros, Doña Josefa Ortiz de Domínguez y Leona Vicario.
En el pueblo de Dolores surgieron grandes ideas y acciones que sentarán las bases de la independencia encabezada por Hidalgo y Costilla, personaje central más que ningún otro prócer de nuestra independencia nacional, el párroco de la Iglesia de Dolores, se consagró el padre epónimo de nuestra patria, hombre culto, bueno, pero no ingenuo que se agiganta con el tiempo. Ayer como hoy continúan las acechanzas del exterior, auspiciada muchas veces por quintacolumnistas y caballos de troya. Nuestra conducta como ciudadanos bien nacidos es y será: defender el valor supremo de nuestra nación, la defensa de nuestra soberanía, independencia y autodeterminación.
“Patria o muerte” fue la consigna de Hidalgo, Allende, Aldama, Abasolo, Miguel Domínguez y posteriormente de José María Morelos y Pavón, siervo de la nación, quien continuaría la guerra sin cuartel en contra del ejército español. Vicente Guerrero sería el consumador indiscutible de la Independencia Nacional después de 11 años de lucha en las montañas del sur. Finalmente entraron victoriosos a la capital desfilando con el Ejército Trigarante.
Honor a quien honor merece: a aquella constelación de mujeres heroínas, y valientes que fueron clave durante la lucha armada, mención especial entre muchas merecen: Doña Josefa Ortiz de Domínguez (la corregidora), Doña Leona Vicario, María Ignacia Rodríguez (la güera Rodríguez), Gertrudis Bocanegra y muchas más que permanecen en él anonimato. Las mujeres jugaron un papel fundamental con su valentía y bravura para romper las cadenas de la esclavitud. Son dignas de encomio, sin ellas no se podría explicar la victoria por la Independencia y emancipación de nuestra nación.
Ayer contemplamos el desfile de nuestras Fuerzas Armadas Nacionales, por las anchas avenidas de la capital de la República. Herederos de los valores del Ejército Insurgente.
Mención especial merece el Heroico Colegio Militar, que desfiló entonando su himno, recordando a sus hermanos caídos en Chapultepec, orgullosos de ser herederos de una de las más puras tradiciones de heroísmo en defensa de su patria cuando esta se encuentra en peligro, recuerdan siempre sus valores, la defensa en el castillo de Chapultepec en 1847 cuando salvaron el honor y la dignidad nacionales. Prefirieron morir de pie antes que vivir de rodillas ante el ejército invasor.
Su gallardía fue notable, el pueblo y el gobierno de pie les aplaudieron recordando sus pruebas de heroísmo, y reconociendo ser el ejemplo más acabado para la juventud actual, por ser los portadores de los mejores sentimientos de la nación. En sus aulas los jóvenes cadetes reciben lecciones sobre EL HONOR DE MÉXICO.
Internacionalista