Los pueblos necesitan inspirarse en algo grande, que no es otra cosa que su pasado histórico, su origen, recordando que las semillas del ayer engendran las flores del mañana, por lo cual debemos recoger lo mejor de las lecciones de dignidad, que nos legaron una patria grande, fuerte, poderosa, que debemos defender comprendiendo que la Patria comienza en la familia, en nuestros hijos a quienes debemos enseñarles el evangelio laico ante la adversidad para que entiendan y comprendan estos tiempos llenos de peligros de estos tiempos convulsos, donde cabalgan muchos caballos de troya y quintacolumnistas.

Justo y merecido fue el homenaje rendido por el gobierno de la República al Heroico Colegio Militar en la Fortaleza de San Carlos en Perote, Veracruz, con motivo de haber cumplido 200 años de lealtad y acendrado patriotismo al pueblo de México, inspirado como un centinela, portador, de los más altos, valores de lealtad y de patriotismo.

Los hijos egresados de este heroico plantel nos sentimos muy orgullosos, al verlo vestido de gala, con la presencia del más alto nivel de los poderes públicos, así como delegaciones extranjeras y un contingente muy nutrido de cadetes de esa institución que cantaban al son del corazón, el diapasón con los homenajes y las estrofas del himno nacional.

Esta institución no tiene mácula, es heredera de una de las más puras tradiciones de heroísmo y cumplimiento del deber hasta el sacrificio, fue el caso de los cadetes, que en 1847 ofrendaron su sangre ante las balas del invasor, conducta que es ejemplo a seguir por nuestra juventud actual, quienes no necesitan héroes prestados.

En la citada ceremonia recibieron bien merecidas condecoraciones generales de la República muy distinguidos, fue el caso del general de división Salvador Cienfuegos Zepeda, con quién compartí aulas como cadete en el colegio militar, también el general de división Enrique Cervantes Aguirre, ambos fueron directores de esta heroica institución. También recibió la presencia conmemorativa de los 200 años, el general de división José Antonio Maldonado Guevara de manos del comandante supremo de nuestras leales y esforzadas fuerzas armadas. A lo largo de la ceremonia flotaba un ambiente de emoción por este acto sin precedentes, en el cual se hicieron reconocimientos por el cumplimiento del deber de los egresados del colegio militar, cuando la patria se encontraba en peligro.

La República no se puede entender sin el reconocimiento a este colegio, forjador de mujeres y hombres bien nacidos cuyo lema es Honor, Lealtad y Patriotismo.

Los hijos del colegio militar siempre se han distinguido por su lealtad a los gobiernos de la República legalmente constituidos.

Recuerdo con cariño y admiración muy especial siendo yo cadete al director del Heroico Colegio Militar, al general Gerónimo Omar Suastegui, gran personaje revolucionario guerrerense, así como al comandante del cuerpo de cadetes, el coronel Jesús Castañeda Gutiérrez quien nos enseñó el camino de la integridad y que México que no se arrodilla ante nada.

Sigan adelante cadetes de este Heroico plantel, ustedes son herederos de tradiciones y epopeyas del Castillo de Chapultepec, piensen siempre en la nobleza del espíritu, defiendan nuestra soberanía y el orden constitucional, así como a las instituciones nacionales.

La historia los contempla.

Que viva mi heroico, colegio militar.

Por el honor de México

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