En 1974, durante el gobierno del presidente Luis Echeverría Álvarez, se realizaron enormes trabajos para la integración de la Península de la Baja California al territorio nacional, fue el caso de la construcción de la carretera transpeninsular con una longitud de 1,711 km, promesa de campaña como candidato a la Presidencia de la República. Esta carretera parte de Cabo San Lucas hasta Tijuana, durante su campaña realizó un viaje sin precedentes atravesando brechas, polvaredas, páramos, pudo percatarse de la incomunicación y el abandono de este rico territorio mexicano tan codiciado como lo hemos mencionado anteriormente.
En su IV informe de gobierno, presentó al Congreso de la Unión una iniciativa de ley para elevar la calidad de la región y transformarla de territorio en una entidad federativa hace 58 años, impulsó un vigoroso proyecto de comunicaciones con transbordadores como el “Puerto Vallarta” y “El Coromuel”.
La conducta anterior se inspiraba naturalmente en las preocupaciones del general Lázaro Cárdenas cuando envió a gobernar a este territorio al general don Rodolfo Sánchez Taboada a quien estimaba mucho por sus sentimientos revolucionarios y patrióticos. Fue este personaje quien trazó los principios para la recuperación de territorios en poder de compañías extranjeras para poder proyectar y desarrollar una ciudad moderna, pujante como contemplamos hoy a Tijuana en todo su esplendor. Esta ciudad estaba integrada por un caserío de cartón, se le llamaba Cartolandia. Durante mi niñez acompañé a este lugar a mi padre, quien se dedicaba al comercio de artesanías de Tlaquepaque. Contemplé una inmensa pobreza, insalubridad, y abandono sin ningún proyecto de ciudad ni servicios, solamente llegaban turistas americanos que buscaban la distracción y el alcoholismo.
El general Rodolfo Sánchez Taboada fue quien incorporó a una gran cantidad de jóvenes al PRI, entre los cuales se encontraba el joven Luis Echeverría, recién graduado en la Facultad de Derecho, andaba sin chamba, se integró como su secretario particular, para que se fuera entrenando en la política, de este general aprendió sentimientos profundos para preservar la soberanía de la Península de la Baja California, así como de sus aguas del Golfo que tanto hemos mencionado.
El 8 de octubre de 1974 el Diario Oficial de la Federación publicó un decreto el cual establecía: los territorios federales de Baja California Sur y Quintana Roo dejan esa categoría convirtiéndose en estados libres y soberanos.
En ese entonces se dio un paso firme para el dominio de las aguas del mar de Cortés, contando con el apoyo de juristas muy distinguidos como el embajador Jorge Castañeda de la Rosa, don Alfonso García Robles, premio Nobel de la Paz, el Dr. Modesto Seara Vázquez quienes a lado de otros países de América Latina impulsaron trabajos con la ONU sobre la Tercera Conferencia de Derecho del Mar. En esa época tomé la decisión de estudiar leyes en la Facultad de Derecho de la UNAM, quería saber más para poder servir mejor a mi patria, lo cual cristalicé en 1977 con mi tesis de licenciatura sobre la Carta de Deberes y Derechos Económicos de los Estados y el Derecho del Mar, a esto le he dedicado los últimos 50 años de mi vida.
Por su configuración geográfica, las aguas del Golfo de California constituyen una “Bahía histórica”. A México le asiste el derecho de acuerdo con las principios y normas del moderno derecho del mar de proclamarlo como un “mar nacional”, esto requerirá de una sólida voluntad política enviando al Congreso una iniciativa de ley para reformar nuestra constitución, adicionar el artículo 27 para que estas aguas sean definitivamente de plena soberanía.
El epílogo de esta serie será: La zona económica exclusiva y la grandeza de mexico
Internacionalista
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