El Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo A.C. (Organismo No Gubernamental Consultivo de la ONU) que me honro en dirigir, no puede quedarse callado, condena enérgicamente la agresión perpetrada el 5 de abril pasado en contra de nuestra misión diplomática en Quito, Ecuador, latrocinio cometido por fuerzas armadas de aquel país naturalmente por instrucciones de su gobierno.
La conducta del gobierno ecuatoriano viola flagrantemente los más elementales criterios del derecho internacional para una convivencia armónica y pacífica entre los países miembros de la comunidad internacional. Es violatorio en la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, (18 de abril de 1961), cuyo texto sustantivo en su Artículo 22 establece que los locales de la misión son inviolables. Los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de las misiones.
Transgrede además los principios y normas establecidos en la Convención sobre Asilo diplomático adoptada en Caracas, Venezuela, el 28 de marzo de 1954 del cual los dos países son miembros de pleno derecho y están obligados a su observancia.
La decisión del Estado mexicano de romper las relaciones diplomáticas con Ecuador está plenamente justificada, en observancia a los tratados antes mencionados por la invasión a territorio soberano por parte de fuerzas armadas ecuatorianas con la pretensión de detener al vicepresidente Jorge Glas, acto a todas luces ilegal y violatorio de los tratados antes mencionados.
Históricamente México ha sido un defensor del derecho de asilo y refugio para proteger a perseguidos políticos, el asilo es un pilar de nuestras tradiciones, recordemos el caso del asilo español a nuestro país con la certera visión del presidente Lázaro Cárdenas y su embajador don Gilberto Bosques, acto que le dio brillo y esplendor a nuestra política exterior, por la llegada de intelectuales que fueron nuestros maestros en la Universidad Nacional Autónoma de México y forjaron una de las instituciones educativas más prestigiosas como es El Colegio de México.
En la década de los 70 surgieron en el continente latinoamericano dictaduras militares, podemos citar el caso del sangriento golpe de estado de Pinochet que derrocó y asesinó al presidente Salvador Allende. México acudió en ese instante a una cita con la historia. No le tembló la mano al presidente de la república Luis Echeverría Álvarez quien instruyó a su valiente embajador Gonzalo Martínez Corbalá para que abriera las puertas de par en par de nuestra embajada en Chile; enarbolando el pendón nacional protegió a miles de chilenos, muchos de ellos trabajaron en este Centro de Estudios, fue el caso de Orlando Cantuarias, exministro del cobre, el senador Anselmo Sule, Jaime Aceves y muchos más. Otro capítulo fue el golpe de estado militar en Argentina, igualmente el embajador Celso Delgado Ramírez abrió las puertas de la embajada protegiendo y asilando a cientos de perseguidos.
La agresión de fuerzas armadas del Ecuador a nuestra misión diplomática vulnera el orden internacional, es necesario privilegiar el diálogo, absteniéndose del uso de la fuerza unilateral, invocando los principios fundamentales para una convivencia civilizada, con una solución pacífica de las controversias que es un principio de la política exterior de México expresado en el artículo 89 fracción X de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Recordemos el apotegma del Presidente Benito Juárez: “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz” (manifiesto a la nación 15 de julio 1867 al triunfo de las armas de la República).
Que nunca más cunda el rumor de la discordia entre países hermanos de América Latina que tienen un origen y causa común. Cooperar con altura de miras al acatamiento del artículo primero de la Carta de la ONU: “mantener la paz y la seguridad internacional tomando medidas colectivas para prevenir y eliminar amenazas a la paz, suprimiendo actos de agresión que puedan quebrantar la paz, utilizar medios pacíficos para el arreglo de las controversias entre las naciones”.
Director del CEESTEM