A don Santiago Méndez Ibarra, precursor de los ferrocarriles en México y Yucatán.
Este año se conmemora el 150 aniversario de la puesta en marcha de los Ferrocarriles en México. Se han realizado diversas actividades para recordar a los artífices que hicieron posible el inicio de la primera línea ferrocarrilera en nuestro país, fuente de prosperidad, progreso y desarrollo social.
Fue el 1° de enero de 1873 cuando se inauguró durante la presidencia de don Sebastián Lerdo de Tejada la primera línea ferrocarrilera, de México a Veracruz, en cuyo primer viaje llegó el presidente de la República a la estación del puerto jarocho. Este sería el inicio, del detonador de diversos proyectos, de este novedoso sistema de transporte, símbolo de comunicación para el comercio y las personas, esencialmente hacia nuestra frontera norte con Estados Unidos.
El presidente Benito Juárez, el 16 de septiembre de 1869, llega a la capital poblana para inaugurar los primeros 47 kilómetros del “Ferrocarril Mexicano”, el cual correría de Apizaco a la Ciudad de Puebla.
El anterior sería el inicio de diversas obras que llegaron a feliz término después del triunfo de las armas republicanas juaristas posteriores al triunfo de las armas republicanas venciendo a las tropas imperiales.
La construcción del “Ferrocarril Mexicano”, en aquella época parecía un verdadero desafío, gracias al carácter del presidente Juárez se continuaron con los trabajos, autorizando diversos contratos para la continuación de este sistema de transporte a don Antonio Escandón, con el apoyo del gobernador de Puebla, general Ignacio Romero Vargas. Aquí da inicio el impulso de la primera estación del complejo ferrocarrilero, fuera de la capital poblana, la cual sería la primera piedra para la consolidación de esta odisea del ferrocarril mexicano, el cual representaba una innovación tecnológica que repercutiría en el comercio, economía y política.
Recordemos que en el siglo XIX los primeros vagones de los caminos de hierro eran jalados por mulas, o caballos. En 1837 el presidente en turno, Gral. Anastasio Bustamante, otorgó a un comerciante del puerto de Veracruz otro proyecto para la construcción de un ferrocarril que diera servicio hasta la capital de la República, lamentablemente quedó inconcluso.
El Gral. Antonio López de Santa Anna también impulsó hacia 1850 la construcción de un tramo de 11 kilómetros de Veracruz-El Molino, la locomotora era de fabricación belga e inició operaciones el 16 de septiembre de ese año.
Durante la presidencia de don Sebastián Lerdo de Tejada se completa y se inaugura la primera línea del Ferrocarril México-Veracruz en cuyo primer viaje llega al Puerto de Veracruz, e inaugura el 1° de enero de 1873, el primer sistema ferrocarrilero recorriendo un total de 423.5 km., Don Guillermo Prieto, ministro de Hacienda, en el gobierno del presidente Juárez era un enamorado del ferrocarril y le dedica algunos poemas.
Uno de los muy notables pasajeros de aquella época fue José Martí, quien llegó al puerto jarocho el 8 de febrero de 1875 en el transatlántico City of Mérida procedente de Nueva York. En este memorable viaje observa las candilejas del puerto en la tardecita de esa fecha, recargado en el barandal de cubierta emocionado contemplaba el perfil de la ciudad, veía la aduana y el viejo convento de San Francisco entre siluetas y sombras de la noche.
Al día siguiente tomó el ferrocarril hacia la Ciudad de México, observaba la cordillera de la Sierra Madre, le impresionó la belleza de los volcanes, el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, sus cumbres cubiertas de nieve las cuales parecían centinelas del silencio, guardianes de inmensos tesoros, de pueblos indígenas que habían sido conquistados y saqueados en el siglo XVI por las tropas de Hernán Cortés.
Al día siguiente el tren llegó finalmente a la estación central de la Ciudad de México. Desde la ventanilla observó entre el bullicio a un hombre alto ancho de espaldas que era su padre, don Mariano Martí. Al bajarse del tren emocionado y conmovido corrió hacia su padre, fundiéndose en un fraternal abrazo.
Continuará…