Según nuestro sistema legal, serán los tribunales los que esclarecerán los hechos en torno a la lamentable muerte de Ariadna, joven de 27 años que desapareció el 30 de octubre y un día después fue hallada muerta en Morelos. Claro que, para ello, faltan meses o años, en los que se seguirá especulando acerca de las hipótesis posibles y cuál merece mayor credibilidad, así como en el propósito atrás de la disputa entre los funcionarios de la Ciudad de México y de Morelos. Y aunque en estos casos el análisis del expediente -concretamente de las necropsias y de los dictámenes en criminalística de campo, fotografía y mecánica de hechos, entre otros- resulta obligatorio para sostener una posición, en rigurosa criminología existen tres posibilidades básicas:
Primera: Ariadna muere en el departamento de la colonia Roma a causa de golpes de los imputados y posteriormente uno de ellos traslada el cadáver hacia Morelos, en donde lo abandona. En este caso, que es el que sostiene la Fiscalía de la Ciudad de México, se trataría claramente de un feminicidio por acción dolosa por la doble razón de que a la víctima se le hayan infligido lesiones previas a la privación de la vida y posteriormente sus asesinos hayan depositado su cuerpo en un lugar público. Las personas culpables recibirían una pena de entre 35 a 70 años de prisión.
Segunda: Ariadna muere en el departamento de la colonia Roma debido a broncoaspiración ocasionada por ingesta de alcohol y posteriormente aparece su cadáver abandonado en Morelos, con moretones y raspaduras no causantes de la defunción. En este caso también podría tratarse —aunque no claramente— de feminicidio por omisión culpable, pero siempre y cuando se compruebe que los imputados habrían podido evitar la muerte auxiliando a la víctima cuando aún se encontraba con vida. La pena aplicable sería asimismo de entre 35 a 70 años de prisión. En cambio, si las personas imputadas no tuvieron la posibilidad de auxiliar a la víctima, el delito sería contra el respeto a los cadáveres, cuya pena es de entre 1 y 5 años de prisión.
Tercera: Ariadna muere sobre la carretera por cualquier causa —ingesta de alcohol, frío, lesiones de animales, etc.— posteriormente a que las personas imputadas la abandonan aún con vida. En este caso, que es el que aparentemente sostiene la Fiscalía de Morelos, no se trataría de feminicidio, pero sí de homicidio porque cuando no se acredite el feminicidio, pero se demuestre una privación de la vida por acción dolosa u omisión culpable, se aplican las reglas del homicidio. En tal caso, la pena podría estar entre los 8 y los 50 años de prisión, dependiendo de si se acredita o no alguna calificativa.
Desde luego, en el mundo de las posibilidades podrían entretejerse otras hipótesis. No obstante, difícilmente la verdad de lo tristemente ocurrido a Ariadna variará mayormente de alguna de las planteadas. Por ello, más allá de especulaciones, dimes y diretes y diferencias políticas, Ariadna y su familia, así como todas las personas, esperamos de nuestras autoridades se defina la verdad, se haga justicia, se reparen los daños y, sobre todo, que el Estado asuma de veras su deber de garante frente a la sociedad para que este tipo de sucesos no ocurran nunca más.
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@JorgeNaderK