Hace unos días, el Comandante de la Guardia Nacional, Comisario General Luis Rodríguez Bucio, expidió un Acuerdo mediante el cual se crea la Fuerza Especial de Reacción e Intervención (FERI) de la Guardia Nacional. La idea, según el Acuerdo, es que la Guardia Nacional tenga un cuerpo élite capaz de ejecutar operaciones de alto impacto en funciones de seguridad pública que opere bajo instrucciones directas del Comandante de la Guardia Nacional. 

Al estilo de cuerpos policiales similares que operan con éxito en otros países, como por ejemplo el SWAT en los Estados Unidos o la SAS en Inglaterra, sus miembros -se supone- deberán de ser entrenados para llevar a cabo operaciones de alto riesgo que quedan fuera de las capacidades de las policías regulares. Por ello, a la FERI le corresponderá desarrollar actividades táctico-operativas de alto impacto para la prevención y combate de delitos, así como para garantizar, mantener y restablecer el orden y la paz social en el territorio nacional. 

Entre otras funciones específicas, la FERI tendrá intervención en el rescate de rehenes y personas en situación de riesgo o privadas de su libertad, así como en el traslado de reos de alta peligrosidad. Desarrollará tareas de búsqueda, localización, desactivación y/o neutralización de artefactos explosivos, así como para la neutralización de amenazas de materiales químico, biológico o radiológico. También proporcionará seguridad en eventos especiales, como por ejemplo reuniones de alto nivel, eventos diplomáticos, culturales y/o deportivos de carácter internacional, y a altos funcionarios, y apoyará a las autoridades ministeriales en el cumplimiento de órdenes de detención y cateos. Además, participará en operaciones de alto impacto en contra de la delincuencia organizada, resolverá situaciones de alto riesgo y en especial llevará a cabo operaciones sorpresivas y de corta duración en zonas urbanas de alta  incidencia delictiva. Y para que no quede duda de que la FERI será el cuerpo elite de la Guardia Nacional, su Comandante ordenó que todas las unidades de la Guardia Nacional deberán apoyarla en el debido cumplimiento de sus atribuciones. 
 
Enhorabuena y éxito a la FERI. Sólo que un cuerpo policial con esas pretensiones requiere cuantiosos recursos humanos, financieros y materiales: presupuestos apropiados, personal suficiente, salarios dignos y prestaciones atractivas; servicio de carrera, capacitación, infraestructura, armas, tecnología de avanzada y un largo etcétera. Sin ello, la FERI quedará en una buena idea y en un fracaso más al cuál culpar en próximos sexenios. Ojalá nuestros legisladores y autoridades hacendarias por fin entiendan que la seguridad pública no tiene colores partidistas y que el gasto en seguridad, aunque no genere dividendos políticos inmediatos, está correlacionado con el crecimiento de los países, por lo cual tener cuerpos policiales competentes y eficientes en México es ya una prioridad impostergable que requiere fondos suficientes.  

Ante la crisis de inseguridad y de violencia que se sufre en todo el país, no creo equivocarme al afirmar que todas las personas, más allá de filias y fobias políticas y partidistas, queremos seguridad y paz y para ello necesitamos organizaciones policiales profesionales, como la que -ojalá- será la FERI. 

Abogado penalista. @JorgeNaderK


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