Son tiempos de cambios continuos y la educación se ostenta como pionera de la nueva era con el aprendizaje inmersivo. En un momento donde la tecnología evoluciona de manera continua, surgen nuevos escenarios para el sector educativo. El aprendizaje inmersivo es una de las últimas tendencias.

Tal como ocurre con la tecnología, la educación evoluciona a un ritmo constante y busca adaptarse a las nuevas realidades y posibilidades.

El aprendizaje inmersivo crea experiencias de aprendizaje. Se basa en enseñar mediante tecnología. Esto crea un ambiente de total concentración y contacto con la temática que se enseña. El uso de Realidad Aumentada o vídeo en 360º ejemplos de tecnologías que permiten un aprendizaje inmersivo.

Mediante estas herramientas el alumno puede contactarse completamente con los contenidos que el docente plantea transmitir. De este modo, se fomenta el Learning by doing, pues el estudiante aprende mediante una interacción. Esto le permite asimilar de mejor forma los conocimientos.

Gracias a estas tecnologías el estudiante ya no depende de su imaginación para aprender determinados conceptos, sino que realmente puede usar todos sus sentidos para incorporarlos.

Vale mencionar que los ancestros de la educación inmersiva surgieron en la educación prescolar a través de los cuentos y juegos interactivos. La raíz de esta tendencia de la era digital es la gamificación en el aprendizaje: jugar y aprender al mismo tiempo. Pero para que funcionen, deben cumplir una serie de características.

Estas son algunas de ellas: Tener un contexto auténtico y delimitado, es decir, reproducir de la forma más fiel posible las condiciones en las que ese conocimiento debería adquirirse, poseer un enfoque lúdico que entretenga a los estudiantes, permitir la colaboración entre los alumnos y crear estímulos para todos los sentidos.

Este método de aprendizaje implica una retención del 90% de los conocimientos transmitidos. Es más eficiente que los métodos tradicionales.

Aunque esta metodología se emplea comúnmente en carreras vinculadas a la Física, Biología, Química, Matemática y demás ciencias que requieran la comprensión de conceptos abstractos difíciles de imaginar, que pueden ser comprendidos de mejor forma bajo una experiencia inmersiva, en muchas áreas de conocimiento tiene un potencial pragmático muy alto.

En el mundo jurídico, por ejemplo, resulta una idea atractiva las simulaciones de juicios, donde los estudiantes experimentan con distintas identidades alternativas, desde abogados demandantes, abogados demandados, procuradores o jueces.

La 3D, por ejemplo, ofrece al estudiante una aproximación al ejercicio del Derecho lo más similar a la realidad procesal que vivirán en la realidad.

En suma: Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación ofrecen innumerables herramientas con las que poder llevar a cabo una estrategia educativa mucho más participativa y adecuada para la adquisición de las competencias. Se viven cambios trascendentales que no podemos soslayar.

Rector del Colegio Jurista

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