La ciencia académica desempeña un papel cada vez más importante en el desarrollo tecnológico y su explotación por parte de las empresas. Sin embargo, la Iniciativa Privada presta atención a sólo una pequeña fracción de todos los hallazgos académicos: menos del cinco por ciento de todas las publicaciones son citadas por patentes.
En parte, esto se debe a que la literatura científica es enorme, cambia rápidamente y gran parte de ella es de mala calidad o resulta poco pragmática (aplicable). Sin embargo, existen múltiples posibilidades de las alianzas estratégicas entre IP y universidades.
Una oportunidad aparece con los hubs o grupos geográficos de laboratorios de investigación y desarrollo de empresas en campos tecnológicos específicos. Estos centros facilitan la traducción de la ciencia académica a invenciones corporativas.
En general, las empresas más jóvenes, innovadoras y orientadas a la ciencia, prestan una atención mayor a los conocimientos académicos.
Las empresas parecen sentirse atraídas por la ciencia basada en los hubs, tanto porque esperan que sea más útil como porque están más expuestas a ella a través de interacciones informales como conferencias. Así, los hubs actúan como puentes entre la ciencia académica y la tecnología industrial. Los dos pilares de ambos son la calidad y la exposición.
Ahora, la calidad y relevancia de la ciencia académica basada en el hub significa que las empresas tienen que sacudirse entre sí para obtener una ventaja de primer nivel. Si las empresas optan por buscar ventaja científica fuera de los centros, tendrán menos competidores, pero costos de búsqueda más altos.
En resumen, las empresas de industrias de rápido movimiento, como la industria farmacéutica, la informática y la robótica, no pueden permitirse deslindarse de los hubs. De hecho, el impacto en muchas industrias de alta tecnología es tan fuerte que muchas empresas reubican el núcleo de sus actividades innovadoras allí.
El vínculo universidad-IP en desarrollos científicos y tecnológicos puede generarse mediante programas sistemáticos de prácticas estudiantiles, conferencias, mercadotecnia pragmática de la empresa a la institución educativa y a la inversa, enriquecimiento continuo de lídees empresariales con centros educativos, mayor rigos académico en proyects de investigación y múltiples proyectos que sumen perspectivas y recursos.
Entre los acuerdos prioritarios que deberán propiciarse en las instituciones de educación superior es un contacto permanente con los líderes empresariales de la localidad para generar ciclos académicos y conferencias, programas de mentoring, actualización de planes de estudios, visitas guiadas, práctias profesionales y bolsas de trabajo, becas y tesis de grado orientadas a interese sociales/ comerciales previamente pactados.
En la medida que se establezcan sinergias para catapultar la ciencia y tecnología podrán establecerse más y mejores acuerdos que beneficien distintos ramos del saber.
Por lo pronto, es conveniente que las universidades dejen de visualizarse como núcleos cerrados y desconectados del mundo para acceder a más posibilidades de generar solcuiones holísticas y redituables. Al mismo tiempo, la IP puede empezar a ver a las universidades como fuentes de ideas y soluciones que redunden en una mayor riqueza comercial y marque la ruta de la innovación continua.