El tipo de cambio, en particular el precio del dólar ocupa un lugar muy importante en las noticias de México debido a la dependencia comercial con Estados Unidos con impactos en el precio de nuestras exportaciones e importaciones y su efecto en la estabilidad de precios interna, además de su relación con la tasa de interés que determina el costo de la deuda tanto de particulares como del sector público.
En relación a la dependencia comercial, en noviembre del 2022, Estados Unidos participó con el 81.5% del total de las exportaciones y con el 45.1% del total de las importaciones mexicanas
En la última década, la proporción de las exportaciones fluctúa alrededor del 80% mientras las importaciones disminuyen respecto a los valores observados en el mismo periodo del año 2012 (48.9%) con un promedio del 46% en la década.
Respecto a la estabilidad del poder de compra, una apreciación del dólar se refleja en mayores costos de los bienes que importamos de consumo final o bienes intermedios, con efectos inflacionarios.
Cuando se hace referencia a una apreciación del tipo de cambio nacional, significa una disminución del valor del dólar en términos del peso. Mientras, una apreciación del dólar, lo hace más fuerte y desvía las inversiones de bonos y acciones hacia instrumentos financieros estadounidenses, se genera un alza en las tasas de interés nacional para atraer inversión, con impactos negativos para los deudores.
Regularmente observamos una apreciación del dólar o una depreciación del peso, es decir pagamos más pesos por cada dólar, sin embargo, a partir de la pandemia Estados Unidos no logra recuperarse y experimenta una recesión como resultado del aumento en la inflación y en las tasas de interés.
La inflación se incorpora al tipo de cambio y a la tasa de interés para mantener el poder de compra y el nivel de rendimientos de los instrumentos financieros.
Entonces, la apreciación del peso no es resultado de la fortaleza de la economía mexicana, sino de la debilidad de Estados Unidos, que enfrenta una reducción en la demanda de su moneda debido al encarecimiento de sus exportaciones y el efecto domino en la tasas de interés: A pesar de las continuas alzas que deberían atraer al inversionista extranjero y fortalecer la moneda, el seguimiento de las medidas de la Reserva Federal de las economías emergentes logra mantener el flujo de inversiones.
En sí, la caída del dólar es temporal y se espera que en el corto plazo retorne su fortaleza a través de medidas monetarias contractivas.
En este “bache” del dólar, no todo es favorable, Las exportaciones mexicanas se encarecen mientras las importaciones se abaratan. El nivel del dólar puede reducir el tamaño de nuestras ventas al extranjero y Estados Unidos es el que concentra más del 80%, por lo que se reduce la demanda de pesos.
Asimismo, las importaciones se abaratan , esto aumenta la oferta de pesos para efectuar el pago de las mercancías. Disminuye el pago de la deuda en moneda extranjera, con lo que se reduce la demanda de dólares, el pago de rendimientos en México se incrementa y aumenta la oferta de dólares, los exportadores reciben menos dinero por sus ventas y los importadores pagan menos por sus compras.
Otros efectos adversos son que las remesas otorgan menos pesos a nuestros paisanos , las inversiones en el extranjero reciben menos pesos como premio y algunos sectores como el turismo enfrentan una contracción de sus ingresos
En sí, existe la reducción de la capacidad de compra de quienes ven disminuido sus ingresos por el menor precio del dólar mientras la volatilidad del tipo de cambio por factores que desplazan en diversas direcciones la oferta y la demanda de la divisa.