La Ingeniería Social se vuelve más sofisticada al sumar distintas técnicas psicológicas y habilidades sociales. Incluso, esta manipulación genera hasta un tercio de delitos cibernéticos de phishing o suplantación de identidad. Incluso, esta herramienta se considera más peligrosa que la tecnología de punta.

Cada día, expertos en diversas ramas optan por perfeccionar la manipulación “inocua”, como la empleada en publicidad o campañas sociales, para fines no éticos como diluir la seguridad patrimonial e incluso de integridad física con fines económicos en 90% de los casos.

Hoy, en una era exponencial establecida a través de la Inteligencia Artificial Generativa, osar hablar con extraños es un factor de riesgo, por paradójico que esto parezca.

La práctica para obtener información confidencial a través de la manipulación de usuarios, representa una técnica empleada para delinquir o exponer a una persona a un determinado riesgo o abuso. La vuelve víctima, pero muchas veces también la convierte en cómplice. Por ende, la precaución se impone aún en círculos de colegas y amigos.

Mediante la ingeniería social, los delincuentes se acercan a una persona de manera amistosa y crean "rapport". Es decir, inspiran confianza para conocer quién es, qué hace, a qué se dedica, el  rol que desempeña en una empresa…en suma: información susceptible de permitir ingresos ilícitos.

Tal manipulación puede ser presencial o virtual, con el empleo de llamadas telefónicas (vishing) e internet (phising), mediante su interacción en redes sociales o sitios y correos electrónicos. Los criminales están al acecho y buscan obtener contraseñas y números de seguridad social, datos bancarios y tarjetas de crédito, pero también nombres, direcciones y contraseñas.

En general, es recomendable desconfiar de personas desconocidas que pretendan establecer conversaciones de manera "casual"  en sitios públicos. También se debe rehusar compartir información clasificada o confidencial con colegas, so riesgo de volverse cómplice de un delito.

Conviene, además, mantenerse alerta ante llamadas de supuestos funcionarios bancarios o de servicios que, incluso, pueden proporcionar datos como nombre, dirección y número de cuenta. Quien delinque suele observar previamente a su víctima potencial y hurgar información sobre ella.

Demasiada familiaridad de alguien que se acaba de conocer, un interés inmediato y cierta urgencia por obtener información personal debe prender las señales de alarma, al igual que las miradas que divagan por la sala cuando entablan conversación con alguien. En suma: signos de ansiedad o premura por volver confidenciales charlas sociales.

Pero las interacciones “cara a cara” no son todo. En la prevención de Internet conviene Instalar y mantener actualizado el equipo de cómputo, un Firewall o muro para evitar acceso a la información sensitiva. También conviene instalar un antivirus.

Es recomendable crear cuentas específicas para los distintos usuarios y respaldar la información de forma frecuente, de preferencia en un disco duro diferente.

Finalmente, es aconsejable no publicar en redes sociales fotografías e información que denote el nivel socioeconómico del usuario y verificar cualquier oferta de trabajo antes de proporcionar información al supuesto empleador.

El viajo adagio de “no hables con extraños” parece retornar fuerza y sentido en la era digital.

Rector del Colegio Jurista

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.
Google News

TEMAS RELACIONADOS