Durante las épocas de recesión o incertidumbre económica existe el riesgo de que los proyectos presupuestales vayan de la negación a la postergación de decisiones cruciales y falta de comunicación. Sin embargo, también pueden presentar cifras alentadoras y realistas que reposicionen a.l país. Así, aquí estás los siete errores comunes en los presupuestos, pero también los siete elementos virtuosos de ellos

Los errores más comunes en la planeación estratégica y presupuestal donde se tiende a negar la realidad y pretender que todo tome su rumbo sin acciones de por medio conforman el síndrome del avestruz y son:

1. Negar la realidad

Si existe una crisis o cambio en la economía y no se han sentido sus efectos eso no significa que no se vayan a sufrir. Debe estarse preparado y consciente de la susceptibilidad del negocio. Así se podrán enfrentar mejor las dificultades aun cuando aún no hayan afectado de manera directa. ¿La competencia ya fue afectada? ¿Los clientes y proveedores ya sufren de los problemas de los cambios económicos?

2. No prestar atención a indicadores externos

Dada la dinámica actual de la economía se deben seguir muy de cerca todos los indicadores macroeconómicos que pudieran afectar al país o a un negocio concreto. Asimismo, debe estarse alerta con las tendencias del mercado, la introducción de nuevos productos y los nuevos hábitos de consumo.

3. Falta de atención a indicadores internos

No solo debe estarse al tanto del exterior, en ocasiones los golpes más duros provienen de la economía interna. ¿El ritmo de las ventas es el esperado? ¿Aumentan las cuentas por cobrar? ¿Existe un movimiento lento de inventarios? ¿La liquidez es baja? ¿El margen de utilidad desciende? Si se descuidas los indicadores de fortaleza en el mercado interno se podrían enfrentar problemas de liquidez .

4. Delegar decisiones vitales

En momentos difíciles habrá decisiones que no se deben delegar, pues requerirán de un mayor grado de reflexión, pero sobre todo de la atención personal e inclusive de incorporar asesores especializados en áreas claves.

5. Falta de comunicación

Si bien debe tenerse cuidado con el manejo de la información, es importante que se transmita a los elementos clave y se mantengan canales de comunicación con empleados, clientes y proveedores, bancos, accionistas y asesores, para allegarse de información adicional y que puedan enfrentar de manera conjunta los problemas.

6. No contemplar situaciones alternativas

Considerarse los distintos escenarios a los que podrá enfrentarse el negocio durante y después de las dificultades económicas o cambios, aún cuando no se tenga una crisis. Así deberán plantearse diferentes formas de actuar y enfrentar cada situación.

7. Falta de cautela

Actuar con precaución, evitar las decisiones desesperadas, pero tomar determinaciones oportunas. No caer en los extremos, es decir, evaluar los riesgos y tomar decisiones en función de de un análisis donde ya se consideraron los puntos de vista y escenarios planteados por los expertos.

Presupuesto alentador

A la inversa, los presupuestos que generan certidumbre entre los diferentes públicos no se limitan a una exposición numérica restringida a los ingresos y egresos programados. Poseen siete elementos que mejoran las expectativas del rumbo que asume el país.

1. Apuntalar inversión productiva

. El crecimiento sostenible y duradero se da fundamentalmente por el incremento de la inversión

Aunque en ciertos momentos, el mayor consumo puede apuntalar una economía, la clave en el largo plazo es la dinámica de la inversión productiva, es decir, la que está destinada a la construcción o a la adquisición de equipo y maquinaria. Hoy, en México el 86 por ciento de la inversión proviene de la Iniciativa Privada. Para lograr un mayor crecimiento de la economía, con la estructura de inversión que existe, la única forma de lograrlo es propiciar una aceleración de la inversión privada.

2.

Enviar mensajes de proyectos de largo alcance

. La visión a futuro genera confianza y la infraestructcura se beneficiará al generarse resultados en temas como el combate a la corrupción y la seguridad. En México se pueden financiar los proyectos de inversión accediendo al mercados de capitales y de deuda, a través de mecanismos de inversión público-privada, completamente autofinanciables y concesionales.

Vale mencionar que México es visto como un líder regional en materia de infraestructura en distintos sectores, de los cuales, casi 50%o son mejores que el promedio de la región.

3. Manejo racional de deuda pública.

Se requiere crear “nuevas bases”. Algunos elementos para lograrlas son la mayor transparencia interna, la revelación y sustentabilidad de los pasivos contingentes, la solvencia fiscal en términos del balance primario, el rechazo del financiamiento por tasas reales negativas, el señoreaje en los países desarrollados y la determinación de tasas de interés de mercado con niveles competitivos acorde a su nivel de riesgo. Esto requiere asegurar tasas de interés reales positivas después de impuestos y comisiones de intermediación para ahorradores medianos y pequeños. Requiere, en síntesis, un sector financiero más eficaz sustentado en una regulación más flexible y competitiva.

4. Transversalidad de inversiones.

El enfoque transversal de la estrategia integral comprende lineamientos sobre el desarrollo de los recursos humanos, tecnológicos y financieros, así como la óptima combinación temporal de las acciones de desarrollo propuestas en los programas sectoriales y zonales. Asimismo, se requiere establecer parámetros sobre la estructura institucional requerida para realizar el programa de descentralización y desarrollo.

5. Ajuste del gasto corriente

. El gasto corriente del Gobierno federal puede disminuir, pero de ninguna manera la inversión pública y el objetivo de superávit primario o diferencia entre los gastos corrientes de un Estado y su recaudación de impuestos.

6. Establecer disposiciones de un presupuesto de efecto inmediato

7. Generar una ley de ingresos que mejore esquemas de recaudación

. La recaudación en México oscila en un 10% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras la media de los países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es del 25%, y de América Latina del 15%, es decir, bajo ese contexto, nuestro país está por debajo de la media internacional, pues lo necesario sería que los ingresos tributarios correspondieran al 16% o 18% del PIB.

Rector del Colegio Jurista

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