A veces los resultados asombrosos no requieren elementos irreales o suerte. Pero tampoco se limitan a una condición única.
Por ejemplo, la reactivación económica en México es multifactorial. Entre los elementos a evaluar se encuentra la fortaleza de los ingresos tributarios simultánea a estrategias fiscales que eleven la recaudación directa.
Pero no todo se limita a la ampliación de la base de contribuyentes. También juega un rol crucial la reducción de los niveles de informalidad en México. El 2021 cerró con 16 millones 322 mil personas con empleo informal, lo que representa un millón 612 mil 484 más de personas en el sector informal respecto a los niveles presentados en 2018.
Al mismo tiempo, la reactivación económica implica incrementar el gasto en inversión pública y replantear el tipo de gasto social al que se destina el 59.9% del gasto programable. En general, la proporción del gasto social se mantiene a lo largo de la última década, con fluctuaciones en la tasa de crecimiento, y en el 2021 se registra una tasa de crecimiento real inferior al promedio del período, 1.7% versus 2.7%.
En cuanto al presupuesto destinado a funciones productivas corresponde el 31.4% del gasto programable y se asignan el 40.2% a gasto corriente, 48.8% a gasto en inversión y el 11.0% a transferencias.
Ante esto, es imperativo para la reactivación el diseñar e implementar acciones que detonen una mayor inversión privada.
Esto ampliará las opciones de trabajo formales que den acceso a un mercado laboral con prestaciones sociales y con miras a reducir, en el mediano plazo, los recursos públicos comprometidos por concepto de pensiones.
El gasto en pensiones en esta administración muestra una ligera reducción respecto al gasto total, al pasar del 15.9% en 2020 al 15.6% en 2021.
Por otra parte, cabe destacar que, en 2020, en el sector formal de la economía se perdieron 647 mil 710 empleos y de los creados en 2021, el 76% se destinaron a reponer las plazas perdidas. El resto fue para incorporar a quienes se sumaron por primera vez a la población económicamente activa.
En sí, elevar la eficiencia en la administración de los recursos del sector público es el eje que permitirá la reactivación económica.