En los últimos tres años la demanda por carreras en línea aumentó en México en 127% y es una tendencia que se mantendrá al alza por un entorno global que demanda mayor conocimiento, talento e ideas.

De manera simultánea, el avance de la tecnología permite desarrollar nuevas formas de entender y transmitir los conocimientos en tiempo real. Entre las principales ventajas de la universidad remota están la flexibilidad de horarios, revisiones de temario, posibilidad de compaginar estudios y trabajo, menor inversión económicas y no tener limitaciones de lugar ni tiempo.

Sin embargo, la modalidad de formación remota presenta algunos peligros de los que nadie habla. Se trata de errores comunes que entorpecen la conclusión de estudios y limitan sensiblemente el rendimiento. De hecho, se trata de factores cruciales por los que algunos no pueden estudiar licenciaturas o posgrados en línea. Estos son los principales peligros de la formación remota:

1. Mala elección de carrera. Se opta por carreras universitarias o posgrados sin considerar la vocación y las áreas de mayor demanda en el mercado laboral actual, como las asociadas a Matemáticas, Administración de Empresas, Marketing, Desarrollo de Software, Biotecnología, Energías Renovables y Derecho. Esto genera títulos de papel que no le permiten al egresado convertirse en un agente de cambio social.

2. Optar por cualquier universidad. No verificar que sea un centro educativo formal, con catedráticos reconocidos en su campo profesional, que tenga apoyo en infraestructura, convenios con universidades de otros países y alianzas con el sector gubernamental y productivo. Es decir, esperar calidad educativa inscrito en una universidad “patito”.

3. Dependencia o paternalismo con el centro educativo. Quien espera una guía sistemática sobre que estudiar y tiempo estimado para concluir el curso de cada asignatura, puede resultar muy frustrado con este sistema que centra sus programas en cada estudiante y es él quien debe administrar su propio proceso de aprendizaje.

4. Asumir que se está solo. Existe mayor porcentaje de deserción entre quienes no mantienen contacto de forma virtual a través de foros, emails y chats, respecto a quienes buscan estar acompañados por diversas herramientas tecnológicas que facilitan el aprendizaje y el trabajo en equipo. La proporción es de 80-20 respectivamente.

5. Poca o nula planificación. La forma de estudio online requiere una gran planificación, ya que el no tener clases presenciales el horario es personal. Sin embargo, sin una planificación y constancia existe un riesgo muy alto de dejar los estudios inconclusos y reducir el aprendizaje y continuidad hasta en 70%.

6. Improvisar el aula virtual. Un problema recurrente entre los estudiantes en línea es que no encuentra un espacio adecuado para estudiar y constantemente presentan ruidos e interrupciones que limitan su aprendizaje y avance al menos en 45%.

7. No pedir retroalimentación. Es importante solicitarte al docente que te indique el grado de avance para determinar áreas de oportunidad y mejoras. Estar al tanto del propio progreso permite generar metas más claras y mesurables de desarrollo.

8. Ignorar instrucciones de cada asignatura. El 32% de los estudiantes en línea no lee las recomendaciones de cada materia antes de iniciarla, por lo que suelen cometer errores previsibles.

9. Desaprovechar los recursos y aplicaciones. Una gran ventaja de esta modalidad es que tienes muchas herramientas y recursos para mejorar el proceso aprendizaje. Sin embargo, sólo el 25% de los estudiantes los emplea rutinariamente.

10. Olvidar poner en práctica. La formación en línea tiene una alta dosis de pragmatismo en la vida diaria personal y profesional, pero debe hacerse el hábito de emplear el conocimiento adquirido día a día. Actualmente, sólo el 30% de los estudiantes lo esquematiza de manera idónea.

Finalmente, hay tres tipos de personas que nunca podrán graduarse y tener éxito con la formación en línea:

1. Quien ignora que quiere estudiar y para qué hacerlo.

2. El altamente disperso e indisciplinado.

3. Quien padece fobia a la tecnología y a los avances que ésta puede ofrecernos.

Sólo ellos tres no podrán triunfar en un mundo de alta volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad.

Rector del Colegio Jurista

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