La crisis del agua y sus consecuencias ya se están haciendo presentes en nuestro país, no sólo como resultado del cambio climático que amenaza la estabilidad mundial , sino también por la pésima gestión del agua y los intereses de usuarios que abusan y mal usan del vital líquido .
Leonardo Da Vinci
Ello representa un gran reto para la ingeniería, que amerita un esfuerzo nacional, con visión integral, apartidista y de largo alcance ante este desafío.
El agua, derecho humano, es el principal recurso para la actividad mundial y para la vida misma; es factor estratégico para la producción de alimentos, esencial en la producción industrial, en la generación de energía y la seguridad nacional.
Es urgente tomar acciones contundentes que ayuden a México a enfrentar con éxito este temible panorama. Una de estas medidas es la construcción de más presas para captar precipitaciones pluviales y garantizar el abastecimiento para el consumo humano, uso agrícola y generación de energía.
La Presa Santa María, en el estado de Sinaloa, sobre el Río Baluarte, cuya construcción se inició en 2015 -con algunos retrasos por conflictos sociales con pobladores de la región-, es un proyecto hidráulico prioritario para México. Actualmente la obra tiene una inversión de alrededor de 2 mil millones de pesos y restan un aproximado de 10 mil millones.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), existen 5 mil presas y bordos en nuestro país y seis de ellas, son las principales generadoras de energía: Huites (422 MW), El Comedero (100 MW), Bacurato (92 MW), Humaya (90 MW), El Mahone (60 MW) y Sanalona (14 MW).
El objetivo de la Presa Santa María es suministrar agua para uso agrícola a 24,250 hectáreas del sur de Sinaloa; proporcionar agua de uso público urbano para los municipios de Escuinapa y El Rosario; elevar el nivel de vida de los pobladores de la zona sur de la entidad y producir energía eléctrica, con una generación media anual de 190.91 gigavatios-hora, equivalente a dotar de luz a una población de casi un millón de habitantes.
Esta presa tendrá una capacidad máxima de almacenamiento de 980Mm³, una superficie máxima de embalse de 2,236 hectáreas, su cortina será de 125 m de altura, con una longitud de 781.55 m y una capacidad de generación de energía eléctrica de 30 MW cuando sean instaladas por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), 2 unidades con turbinas tipo Francis.
El principal reto que afronta su construcción es la geología del terreno, debido a que presenta una serie de fallas geológicas que han puesto a prueba la creatividad de la ingeniería civil.
Es deseable que este sea el inicio de nuevas presas que tanto requiere el país para prevenir el posible desabasto y evitar un escenario de crisis como ya se vio en el Estado de Nuevo León.
Presidente de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México, A.C.
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vcr