Cuando observamos nuestras casas, oficinas, plazas, centros recreativos, escuelas, nuestras ciudades y vemos el cuidado de sus trazos, el estilo de su diseño y su ejecución, reconocemos la participación de los arquitectos que le dieron vida.
El mundo, de hecho, ha dedicado un día para rendir homenaje a estos profesionales que, con sus obras, le otorgan identidad a nuestro hábitat, enriqueciendo el espacio urbano, con respeto a la naturaleza y dejando su legado para la historia.
En México, el Día Nacional del Arquitecto es celebrado el primero de octubre por decreto del presidente Vicente Fox, expedido en 2004. En otros países, se conmemora el Día Mundial de la Arquitectura, establecido por la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), en 1997.
Muchas décadas antes ya se había reconocido la importancia de estos profesionales, cuando fue creada la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México, A.C. (AIAM), el 24 de enero de 1868.
México ha tenido la fortuna de contar con grandes arquitectos a lo largo de su historia, como Pedro Ramírez Vázquez, Luis Barragán, Mario Pani, Teodoro González de León, Pedro Moctezuma Díaz Infante, Javier Sordo Madaleno, entre otras destacadas personalidades.
Un gran arquitecto de origen español, Félix Candela, aportó a nuestro país técnicas de construcción innovadoras que se tradujeron en obras como los famosos cascarones, elementos estructurales y de diseño que sostienen el Pabellón de Rayos Cósmicos en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Capilla de la Palmira en Cuernavaca y el Palacio de los Deportes en la Ciudad de México.
En los tiempos actuales, la arquitectura y la ingeniería han entendido que la relación entre el ser humano y la naturaleza, por el cambio climático y las pandemias, deben romper paradigmas, para un nuevo enfoque del hábitat humano.
La nueva normalidad provocada por el Covid-19 abre un nuevo reto y oportunidad para los arquitectos de México, que es el repensar la ciudad y establecer nuevos diseños para el espacio público y privado, considerando que las áreas sociales comunes serán indispensables para no perder el contacto humano directo y que nuestros hogares se han convertido en el lugar de convivencia, descanso, trabajo y de aprendizaje a la vez.
La Arquitectura ha tenido una gran influencia en la cultura desde hace miles de años. El arquitecto romano, Marco Vitruvio, en el siglo primero antes de nuestra era, fue el autor del primer Tratado de Arquitectura; el dibujo de Leonardo Da Vinci sobre las proporciones del hombre, está basado en sus indicaciones.
Desde este espacio reconozco y envío un abrazo fraterno a los profesionales de la arquitectura, por su capacidad, talento y creatividad para diseñar y construir, desde un hogar, hasta una gran ciudad.
Vicepresidente de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México, A.C.
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