El tren México-Toluca es un proyecto que nació en 2014 y que, debido a diversas irregularidades en su trazo original y acciones no complementadas, como observaciones por 270 millones de pesos por la falta de supervisión, pagos indebidos y sobrecostos, se convirtió en una obra abandonada.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador retomó la importancia del transporte ferroviario, a la que el secretario de Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis, definió como “punta de lanza del transporte”. Después de siete años, el tren México-Toluca avanza en la construcción del tramo uno, de 36 kilómetros (km), en 99%, y en el tramo tres, de 17 km, en 52%.
Desde su concepción, ha presentado problemas de todo tipo. El último reportado fue con pobladores de cuatro zonas, en el tramo que corresponde a la Ciudad de México, ubicados en la Glorieta de Televisa, dos más en las presas Tacubaya y Ruiz Cortines, y otra en la estación Observatorio.
De acuerdo con el calendario de obra, se prevé que el Tramo 1, de Los Portales a Santa Fe (longitud de 8.13 km), esté terminado en diciembre de 2021, y el Tramo 2, de Santa Fe a Observatorio (con 8.44 km), en diciembre de 2022. Al término de su construcción, se estima que transportará a alrededor de 200 mil pasajeros diariamente.
Falta definir qué empresa pública o privada lo operará, y las tarifas de equilibrio y los costos de operación y mantenimiento (en principio será mayor por las pendientes que existen en varios tramos, de hasta 7%).
Se debe actualizar el estudio de demanda origen-destino para analizar tarifas, pues es más probable que sea mayor la demanda de usuarios de Observatorio-Santa Fe-Observatorio, que la de Zinacantepec-Santa Fe-Observatorio. Además, la SCT analiza impulsar el antiguo esquema de operar un Sistema Metropolitano de Aeropuertos, incluyendo a Toluca, y establecer el mecanismo para resolver la conexión del tren México-Toluca con el aeropuerto de la capital mexiquense.
El 23 de noviembre el jefe del Ejecutivo federal realizó una visita a la obra, cuyo costo se proyectó en 30 mil millones de pesos, pero que hasta ahora se ha elevado a 60 mil millones y todavía se requieren 20 mil millones más para su terminación, cifra que refiere ya se consiguió.
Entre las acciones principales en proceso, en obras de infraestructura en transporte férreo, están el tren Maya y el del Istmo. La actual administración reabrió las propuestas para la conectividad por ferrocarril entre el municipio de Chalco con la Ciudad de México, la construcción del tren México-Querétaro y es recomendable considerar el tren de carga Guadalajara-Aguascalientes-Chicalote (de 260 km), que ahorraría el traslado de carga de la ciudad hidrocálida hasta Irapuato.
Los ferrocarriles, como “punta de lanza del transporte”, efectivamente se han retomado, como lo planteó el titular de la SCT.
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