Al Coronel Matthew Bogdanos, con agradecimiento permanente.
Por segunda ocasión en menos de un año, tenemos la oportunidad de volver a repatriar un texto con alto valor histórico, que fue lamentablemente mutilado y robado del Archivo General de la Nación, para ser vendido en una subasta internacional en Nueva York.
A petición del Consulado y para nuestra buena fortuna, fue recuperado directamente de la casa subastadora, gracias a la contundente y oportuna actuación del fiscal adjunto de la fiscalía de distrito de Nueva York, el Coronel Matthew Bogdanos, quien también nos apoyó en la recuperación de las cartas cortesianas que fueron repatriadas a México recientemente.
Se trata de la primera edición del reglamento para el gobierno de las Californias, redactado por el entonces gobernador Felipe de Neves Padilla en 1779 y aprobado por el Rey de España, en 1781. Es considerado como uno de los primeros textos normativos de Las Américas, que impulsó la necesidad de reglamentar desde una perspectiva secular, las actividades que eran de orden civil y las de orden religioso. Fue una manera muy hábil y también muy formal de restarle poder a la orden de los franciscanos y en especial a Fray Junípero Serra, que en aquellos tiempos disponía hasta del ejército para poner orden en la región.
Es un referente importante, porque su vigencia legal transitó de la colonia, pasando por la independencia de México hasta que el Tratado de Guadalupe de 1847, cedió a los EUA la alta California, y con ello, también concluyeron las leyes que regulaban la esfera pública del espacio geográfico que en algún momento fue parte de nuestro territorio.
Es difícil precisar cuándo salió del país y cómo fue sustraído del Archivo General de la Nación. Me imagino que para evitar sospechas y evadir alarmas, los responsables de traficar el texto, cortaron hoja por hoja con un cutter, de tal manera que únicamente dejaron la caja del libro (portada, lomo y contraportada) esperando que nadie se diera cuenta, hasta que el tiempo o algún académico interesado en el tema, hiciera ver el faltante. Como haya sido, se recuperó para beneficio de los anaqueles que resguardan nuestra historia.
El pasado viernes fue embalado en las instalaciones del consulado, con todas las medidas de seguridad y de acuerdo al protocolo que se debe observar, con la asistencia de una especialista en la materia del Museo Metropolitano. El libro está en perfecto estado, no se logra apreciar el paso de más de 200 años que tienen sus páginas y sus letras impresas en papel algodón.
Es relevante destacar que está dando resultado la nueva metodología de procedimiento que se ha implementado para solicitar la intervención de las autoridades de investigar este tipo de ilícitos, relacionados con el tráfico comercial de nuestro patrimonio cultural. Empezar en el ámbito local y no federal, es más ágil y al ganar tiempo en este tipo de actividades, es ganar en posibilidades para frenar una subasta y con ello recuperar nuestro patrimonio.
En el caso de las cartas cortesianas, nos ayudó mucho el trabajo y testimonio de algunos académicos de España y México, que tenían fotografías y artículos relacionados con dicha correspondencia, lo cual se integró a la denuncia, como prueba de nuestra petición para restituir lo que nos corresponde. La denuncia que se presentó por medio del consulado, tuvo una pronta y justa respuesta que nos permite pensar que tendremos otras restituciones en favor de nuestro patrimonio cultural, para seguir repatriando parte de nuestra historia que, por alguna razón, se encuentra en otros lugares.