Se cree que los presidentes Abraham Lincoln y Benito Juárez fueron amigos, pero no hay prueba alguna que se hayan conocido en persona, tratado ocasionalmente o siquiera que hayan tenido una amistad por correspondencia. No hay registro de carta alguna o archivo en los EUA y México, que nos permita pensar que ambos personajes mantuvieron una relación cercana en la que se haya desarrollado un afecto personal y con afinidades recíprocas que compartieran ambos jefes de estado.

A friend in need is a friend indeed
Proverbio Inglés

No obstante lo anterior, sí hubo muchas muestras de apoyo, solidaridad y agradecimiento entre ambos líderes. Se puede decir entonces que lograron desarrollar una amistad sui generis , singular, que fue alimentada por interpósita persona, por el lado mexicano, con el embajador Matías Romero ; por el lado norteamericano, con el entonces Secretario de Estado, William H. Seward, quien además era cercano colaborador del presidente Lincoln. Una amistad que ha perdurado con el tiempo y ha logrado traspasar años y retos diversos, para hacer sólida y estratégica nuestra relación bilateral.

Se dice que a los amigos se les conce en los momentos de mayor apremio y adversidad, de ahí que los anglosajones tengan un proverbio que dice: un amigo en la necesidad, es por supuesto un amigo. Cuando el presidente Juárez tuvo que enfrentar la invasión francesa a México, bajo la justificación de pagos pendientes de deuda contraída, el presidente Lincoln apoyó a su gobierno y familia inmediatamente, logrando por un lado, que las armas de México se vistieran de gloria y rechazaran la intervención del ejército que en ese momento era considerado el mejor del mundo, y por otro lado, ofreció recibir y proteger en la ciudad de NY, a la esposa e hijos de Benito Juárez García.

Fue un exilio familiar largo y difícil, con una duración de 5 años en medio de la guerra civil que se vivía en los EUA. En ese tiempo, lamentablamente fallecieron dos hijos de la pareja Juárez-Maza, que fueron repatriados en tren, bajo la gestión del embajador Matías Romero, con el apoyo de la administración del Presidente Lincoln.

En su estancia por NY, la Sra. Margarita Maza formó parte del club de México de NY, un grupo de connacionales exiliados que discutían y apoyaban a la República frente a la invasión francesa y la imposición de una monarquía europea en territorio nacional. Al término de la intervención, también concluyó el exilio familiar. En su regreso a México, el presidente Lincoln ofreció protección a la familia en todo su traslado, hasta llegar al puerto de Veracruz en un buque de guerra norteamericano.

Es probable que Lincoln tuviera fundadas dudas de que los confederados estuvieran en conversaciones con el gobierno francés, ante lo cual no fue omiso para apoyar directamente al gobierno del presidente Juárez en dos sentidos. En primer lugar al reconocer a su gobierno como el único y legítimo con el que mantendrían relaciones formales, y de manera indirecta, al presentar de nueva cuenta al embajador Matías Romero con los financieros de Wall Street , quienes ofrecieron un financiamiento importante para que se restituyera la soberanía e independencia nacional.

En México también tenemos un proverbio local: A los amigos se les cononoce en la adversidad y en las presentaciones de libros . Por la amistad singular entre Lincoln y Juárez, debemos agregar, tambien en las buenas y en las no tan buenas.

Cónsul General de México en Nueva York
@Jorge_IslasLo

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