Al final del siglo XIX, especialmente los migrantes recién llegados y las minorías étnicas, enfrentaban situaciones de precariedad en el trabajo, producto de una transición del sector manufacturero que suplantó a la agricultura como fuente de empleo urbana, lo cual aumentó el número de sindicatos y protestas para defender el derecho a la huelga por las malas condiciones laborales de los trabajadores. Los activistas sindicales de la época impulsaron la creación de un día festivo, tras la aprobación de ordenanzas municipales en materia laboral, para impulsar también una legislación estatal, siendo Nueva York el primer estado en presentar un proyecto de ley en la materia. Finalmente en 1894, el Congreso local aprobó una ley que convertía en día festivo el primer lunes de septiembre de cada año, día que se daría a conocer como Labor Day, para recordar las luchas sindicales, así como las conquistas laborales de los trabajadores. De acuerdo al censo oficial más reciente, la diáspora mexicana representa una de las aportaciones más importantes a la fuerza laboral de Estados Unidos. Tan sólo en la ciudad de Nueva York, los migrantes latinos participan en el mercado laboral en mayor medida que el resto de los migrantes y, de ese segmento, 76% son mexicanos.
Su contribución laboral involucra mayoritariamente los sectores de agricultura, construcción, servicios de hospitalidad y manufactura. En muchos casos, estos empleos conllevan condiciones peligrosas e inestables. Aun así, incluso en las épocas de carencias laborales, la comunidad mexicana se ha distinguido por conservar un alto porcentaje de empleo. Han adquirido también, según el New York Times, la reputación de una ética laboral extraordinaria. La humildad, la dedicación y la determinación por sacar el trabajo adelante, son algunas de las cualidades más apreciadas y distintivas del migrante mexicano, por no mencionar su empatía, disciplina, responsabilidad, alta productividad y talento.
Uno de los empleos que ejemplifica claramente dichos valores es el de los llamados "deliveristas" (mensajeros o repartidores de comida), también identificados como trabajadores esenciales, los cuales representan un 80% del total que hay en NY. Gracias a ellos, literalmente no colapsó la ciudad, ya que fueron responsables de poner comida sobre la mesa de millones de personas durante la incierta época de la pandemia causada por el Covid. La comunidad migrante conforma también otros sectores conocidos como trabajadores esenciales, refiriéndose a aquellos empleos que forman el cimiento sobre el cual se construye el resto del sistema laboral. Los mexicanos representamos el 78% de los migrantes en dicho sector. Desafortunadamente, el abuso laboral también ha pasado a ser parte de los obstáculos que enfrentan los trabajadores migrantes no documentados principalmente. Muchos empleadores abusando de su presencia irregular en los EUA, así como de su ignorancia en las leyes y el sistema legal, los explotan en horarios, reducción de salarios, limitación de prestaciones y derechos, pasando por alto las leyes laborales. Esto es grave en número y en quita de su dinero, ya que la mayoría de los migrantes latinos en Nueva York no están documentados, de los cuales se estima que el 63% son mexicanos. Tal condición migratoria se presta al abuso y la explotación laboral, dejando a un lado sus derechos fundamentales a pesar del gran aporte económico y laboral que realizan todos los días. Ante esta problemática, la Secretaría de Relaciones Exteriores, a través de la red consular, implementa constantemente medidas para difundir información preventiva, orientación sustantiva y, en los casos procedentes, la defensa de los trabajadores no documentados que requieren la protección legal por la violación a sus derechos laborales. A pesar de que aún queda una larga brecha por recorrer para hacer efectivo el derecho y la justicia laboral, la protección de los mexicanos que se encuentran fuera del país es una prioridad de la política exterior del gobierno de México, en especial la defensa de la justicia laboral y del derecho fundamental de los trabajadores sin importar su estatus migratorio. Al defender sus derechos laborales se defiende su trabajo, su patrimonio, su dignidad y la seguridad de sus familias. El día de trabajo en los EUA nos recuerda que el verano terminó y que también quedan pendientes otros temas de inclusión e igualdad de derechos para intentar hacer universal el principio constitucional en donde todos somos iguales ante la ley, seamos o no, migrantes documentados. Cónsul General de Mexico en NY. @Jorge_IslasLo