«Ante la burocracia todos somos extranjeros.»
César Aira
Estamos a un año de que se cumpla el primer centenario de la publicación de «El proceso», de Franz Kafka. En esta obra, el personaje principal, Josef K., recibe un citatorio para enfrentar una acusación sin que se le explique de qué se trata. Conforme avanza la trama, aquel hombre, que en un inicio parece sensato, va perdiendo el juicio a causa de los obstáculos de la burocracia: el papeleo, la rigidez y las formalidades superfluas que lo atormentan hasta llevarlo a la locura. Al final, él no puede avanzar y ni siquiera los lectores saben lo que está ocurriendo en realidad. Por más que sea una historia ficticia, bien podría ser la cotidianidad de millones de personas en todo el mundo que se encuentran obligadas a realizar algún trámite gubernamental. La novela de Kafka es una crítica a la burocracia y a la justicia, de cómo puede llegar a ser irracional o engorrosa en muchos momentos, bajo un proceso que no parece tener fin.
En la Ciudad de México, durante la administración de la doctora Claudia Sheinbaum, fue exitosa la implementación de la estrategia digital para hacer eficientes los trámites gubernamentales, reduciéndose en más del 75%, de los cuales, ahora, 197 se realizan totalmente digitalizados. De acuerdo con datos de la Agencia de Innovación Pública, los requisitos en promedio por trámite pasaron de 14 a únicamente siete.
Ahora, ya como presidenta de México, la doctora Sheinbaum busca replicar la estrategia a fin de simplificar los trámites de todo el Gobierno Federal, creando la Agencia de Transformación Digital, que es liderada por José Antonio Peña Merino. Dentro de las metas principales de la nueva agencia se encuentran: reducir un cincuenta porciento los más de siete mil trámites federales, quitar la mitad de los requisitos para la tramitación de pasaportes, disminuir los tiempos de resolución en los trámites de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, implementar el Expediente Clínico Digital y en el caso de los Servicios Consulares reducir de 59 a 45 los trámites realizados por mexicanos en el extranjero, certificando que el tiempo de resolución sea casi inmediato. La nueva agencia unificará las capacidades tecnológicas del Gobierno de México para cumplir con los objetivos que se le han planteado.
La Ley General de Mejora Regulatoria será sustituida por la Ley de Simplificación y Digitalización que, entre otras cosas, buscará brindar el marco normativo para que la tecnología pública permita a las personas acceder con mayor facilidad a los trámites y procedimientos administrativos. Con todo esto, se eliminarán varios problemas como: solicitar documentos que el propio gobierno genera, el que haya varios trámites parecidos, que se soliciten requisitos absurdos o sobrerregulados, por mencionar algunos.
Hay dos pilares organizacionales de la nueva agencia. El primero: Transformación Digital, que se dedicará a la simplificación y digitalización de trámites con la Llave MX; a la gestión del nuevo Centro de Atención del Bienestar con un número único de atención y a la dictaminación tecnológica que tendrá a su cargo la aprobación de contratos para evitar abusos y sobrecostos. El segundo es: Infraestructura Pública Digital, que se encargará de la fabricación de software y de infraestructura tecnológica; de centros y análisis de datos; de la ciberseguridad y la política de telecomunicaciones.
El objetivo de toda esta estrategia es simplificar la vida a todas las mexicanas y los mexicanos. También habrá una mayor eficiencia del gasto gubernamental y se disminuirán las posibilidades de actos de corrupción, tal como pueden ocurrir en las ventanillas de atención. La tecnología debe de estar siempre al servicio de una mejor gobernabilidad. Estoy seguro de que las acciones que emprenderá la Agencia de Transformación Digital contribuirán a que ningún ciudadano viva algo similar a lo que sufrió Josef K. No más procesos sin fin y sí, más trámites simplificados.