La Fórmula 1 llega prácticamente a su primer tercio de la temporada, justo en el punto que todos esperábamos ver: los dos equipos más poderosos, prácticamente igualados en fuerzas.
Con una ventaja de sólo cuatro puntos, Max Verstappen lidera el campeonato sobre Lewis Hamilton . De seis carreras, cada equipo se ha llevado la mitad (tres para Lewis , dos para Max y una para Sergio Pérez ). El Gran Premio de Francia significará, si algo extraño no sucede, el desempate. Seguramente, será uno de tantos que viviremos a lo largo del año.
Al menos, lo que hemos visto de este fin de semana es lo que esperamos para el resto de la temporada: dos equipos con claros líderes, y sus coequiperos al acecho. Sin embargo, Mercedes avistaba contar con cierta ventaja después de las derrotas sufridas en los circuitos callejeros de Mónaco y Azerbaiyán .
En la práctica uno veíamos cómo se cumplía este vaticinio, con la buena forma mostrada por Valtteri Bottas, quien parece estar de regreso después de dos carreras de cuerpo presente, pero hemos visto cómo —por primera vez en el campeonato— Red Bull se sobrepone rápidamente a una desventaja anunciada. Tan es así, que Max Verstappen se llevó la pole position.
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Ciertamente, Mercedes pasa por un momento complicado; por un lado, parece que el equipo vive una meseta debajo de su rendimiento acostumbrado, cuando es el equipo dominante, sin competencia. También están en medio las negociaciones tempranas por la renovación o no de Bottas, con la eventual llegada de George Russell , quien ha esperado pacientemente en Williams y con la carrera de Sakhir el año pasado como currículum, demostrando que puede liderar carreras a bordo de una Flecha de Plata. Bottas puede ser crucial. Si no está contento, luchará por su posición en carrera, no necesariamente para el equipo. Si el campeonato está en disputa, jugará sus cartas para quedarse en Mercedes ... O marcharse.
Además, una nueva variable está sobre la mesa: el factor Pérez . Pocos veían que el mexicano estuviera ahí para ganar carreras y levantar todos los puntos posibles. Así ocurrió en el pasado Gran Premio de Bakú , donde el manejo de Checo tiene al equipo liderando la tabla de constructores. Del “cómo fue que Pérez terminó por delante de mí” en Mónaco, al “presioné el botón equivocado” en Azerbaiyán . Errores pocas veces vistos, y costosos, de Mercedes y Lewis Hamilton.
No sé ustedes, pero yo estoy ávido de estos tres fines de semana consecutivos de carreras. Que ruja la Fórmula 1 , señores.