Cierto, Mercedes y Lewis Hamilton forman una dupla arrolladora, su fórmula de trabajo les ha valido para ganar más de una decena de campeonatos. Año con año, son los candidatos a seguir sumando títulos. 2020 no es la excepción; sin embargo, la gestión de los neumáticos se ha venido convirtiendo en un tema que puede complicar el camino de equipo y piloto.

Lo vimos en las dos últimas carreras celebradas en Silverstone, donde Hamilton ganó la primera de manera heroica, con sólo tres ruedas, y en la segunda erró la selección de neumáticos para el inicio, lo cual fue capitalizado por Red Bull, para que Max Vertstappen ganara, de la mano de una arriesgada, pero efectiva estrategia.

Hamilton ha tenido talento y temple para gestionar sus llantas en los momentos más críticos, aunque también ha tenido la llamada “suerte de campeón”, pues en las dos últimas carreras habría quedado fuera de los puntos si sus neumáticos no hubieran aguantado y Red Bull estaría liderando.

Sin embargo, que Mercedes sufra con este tema abre una ventana hasta hace unas semanas improbable: el campeón padece cuando hay altas temperaturas en los circuitos y sus neumáticos parecen ser de lo que más se desgasta. Red Bull está dispuesto a cosechar todos los puntos posibles de la mano de la pericia de Verstappen.

Basta con que Hamilton no sume en una carrera y no gane en otra para perder la ventaja de 30 puntos que tiene. Sólo una mala pasada con los neumáticos abre esta posibilidad, ya que —en todas las demás variables— Mercedes luce como amo y señor.

Precisamente, este fin de semana, el circuito de Barcelona-Cataluña tendrá altas temperaturas —lo vimos ya en las primeras prácticas— y el reto de la gestión de neumáticos luce como la gran variable en el Gran Premio de España. Prácticamente es seguro que veremos a Hamilton sumar una pole position más, pero también que Red Bull apueste a renunciar a ésta por tener un juego de neumáticos que ruede más vueltas que Mercedes antes de la primera parada en pits.

Igualmente, el resto del calendario depara pistas inéditas, en donde ninguno de los equipos ha corrido, tales como Mugello en Italia, Algarve en Portugal o el mismo Nürburgring en Alemania, que regresa al serial después de siete años, así que el panorama luce interesante en la competencia.

Mercedes y Hamilton se mantienen como esa máquina ganadora, eso no ha cambiado, pero ciertamente no será un paseo para ellos el resto del año; al menos, Red Bull ha sabido descifrar una mínima —pero no menos importante— debilidad en la escudería alemana. Sin duda alguna, no será un día de campo para los de las Flechas de Plata y sí un banquete para los aficionados.

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